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Actualizado: 26/04/2024
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SFM y la Comisión Islámica de España negocian habilitar un espacio en el cementerio de Carabanchel

SFM y la Comisión Islámica de España negocian habilitar un espacio en el cementerio de Carabanchel

SFM y la Comisión Islámica de España negocian habilitar un espacio en el cementerio de Carabanchel

Fernando Sánchez González, Gerente de la Empresa Municipal de servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, S. A., ha explicado en la comisión de Seguridad y Emergencias, que están en conversaciones con la Comisión Islámica de España.

La razón de estos encuentros supone abrir planteamientos y negociar una propuestas con el fin de adecuar un espacio en el cementerio de Carabanchel donde puedan practicar enterramientos bajo el rito de la religión islámica.

Así lo ha detallado el gerente, donde ha indicado que primero es necesario dimensionar el proyecto según el potencial número de servicios a prestar por la Comisión.

Sánchez ha manifestado que han recibido “pocas solicitudes” para prestar este servicio a la comunidad islámica ya que recurren fundamentalmente al cementerio musulmán de Griñón.

¿Cómo son los enterramientos bajo el rito islámico?
El ritual consiste en el lavado del cadáver, amortajamiento, ceremonia religiosa -oración y honras fúnebres- y entierro. El cuerpo debe ser lavado para su purificación (la ablución funeral o al-Ghusul) siguiendo unas reglas específicas y luego secado y amortajado en tela blanca.

Todos los rituales que giran en torno a la preparación del cuerpo antes de su enterramiento son llevados a cabo por mujeres si se trata de una de ellas la persona fallecida, y los hombres se ocupan del muerto si es un varón.

Si es una mujer, recogen la melena en tres trenzas a su espalda. Y una vez limpio, el cuerpo se unta de aceites o perfumes. La tradición profética para amortajar al fallecido recomienda utilizar tres paños de algodón blancos para el hombre y cinco telas del mismo tipo para la mujer.

Para trasladar al fallecido es habitual que se utilice un ataúd de madera, sin tapa. Ya en el cementerio, se retira del ataúd. El cadáver se deposita directamente en la tierra para que esté en contacto con ella, sin ataúd de ningún tipo, y sobre su costado derecho y con la cara dirigida a La Meca.

Una vez enterrado en un cementerio hay una serie de días clave en los que se visita la tumba: el tercero, el noveno y a los 40 días.

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