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Actualizado: 27/03/2024
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Centenarias torres funerarias sobreviven en Bolivia envueltas de mitos y leyendas

Centenarias torres funerarias sobreviven en Bolivia envueltas de mitos y leyendas

Una hilera de ocho chullpas, (torres funerarias) preincaicas construidas con una técnica única en el mundo, sobreviven al paso de los siglos envueltos de mitos y leyendas en un cerro en el poblado de Cóndor Amaya, en los Andes de Bolivia.

Las chullpas o torres, son cuadrangulares, de colores rojizos o café, como la tierra del lugar, situadas en medio de cerros y pampas en el altiplano boliviano, resistentes al sol abrasador y al viento helado.

«Hay (torres funerarias) de dos periodos (culturales), de los Señoríos Aymaras (preincaico) y otro del Inca-pacajes, en un intento de conjugar o intercambiar formas de la cultura inca», dice a la AFP el especialista en conservación Guido Mamani.

Las estructuras más antiguas de Cóndor Amaya (o cóndor muerto en idioma aymara) datan de «entre los años 1400 y 1500 d.C.», según la arqueóloga del lugar, la griega Irene Delaveris.

La costumbre de hacer chullpas nació por el siglo X y XI d.C., por parte de los denominados Señoríos Aymaras, tras el desplome de la cultura Tiwanaku, y la práctica se extendió al periodo incaico y hasta entrada la colonia española.

Estas construcciones se usaban para el sepelio de gente pudiente, de la realeza, de autoridades religiosas o militares. Son edificaciones de tierra y paja y en menor cantidad de piedra. Tienen una altura de 2 a 8 metros y de 2 a 4 de ancho y todas con una pequeña puerta de ingreso.

Cóndor Amaya es un poblado de unas 40 familias y está a unos 130 km al suroeste de La Paz, donde el Ministerio de Cultura y con la ayuda del gobierno de Suiza han «intervenido» o restaurado 11 torres funerarias, entre ellas las ocho que se encuentran casi una a lado de la otra.

Por toda la zona del poblado hay un total de 39, algunas derruidas por los implacables rigores del tiempo y el clima, el único rastro de culturas pasadas.

No se conoce con precisión cuántos chullpares hay en toda la región andina de Bolivia. Sólo en el departamento de La Paz hay unas 300, según un cálculo del Ministerio de Cultura de junio de 2018. En territorio peruano también existen similares construcciones, algunas de ellas circulares.

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