La Autoridad Catalana de la Competencia ha impuesto una multa millonaria al Ayuntamiento de Hospitalet de Llobregat (Barcelona), los hospitales públicos de la ciudad, como el de Bellvitge, y a la funeraria Àltima por saltarse la ley y considerar que hay un monopolio funerario. Así, el consistorio y el resto de centros multados tendrán que pagar conjuntamente 1,7 millones de euros.
Todo porque a pesar de que desde el año 1996 el sector está liberalizado, el Ayuntamiento reserva todos los derechos funerarios a la empresa Àltima. Una funeraria de Sant Sadurní d’Anoia denunció en 2011 que el Hospital de Bellvitge se había negado a trasladarle un difunto, porque, según alegó el centro hospitalario, una ordenanza del Ayuntamiento reserva todos los derechos a la funeraria Àltima.
Ahora, la Autoridad Catalana de la Competencia, ha condenado a todos los implicados a pagar una multa de 1.700.000 euros. La resolución de este organismo considera que la funeraria logró más del 90% de los servicios funerarios de los hospitales de Bellvitge y el Oncológico, entre los años 2009 y 2013.
También que el Ayuntamiento de Hospitalet ingresaba el 12% de todos los servicios funerarios y que, por su parte, el Hospital de Bellvitge recibía cada año de la funeraria 80.000 euros para investigación. De momento, el consistorio y la empresa Àltima han decidido recurrir la multa.