Un Viaje al Pasado: Descubrimiento Arqueológico en Padua

Un Viaje al Pasado: Descubrimiento Arqueológico en Padua

En el corazón de Padua, un hallazgo arqueológico ha desenterrado siglos de historia enterrada. Durante las excavaciones para un nuevo complejo universitario en vía Campagnola, se revelaron dos necrópolis que abarcan desde el siglo VI a.C. hasta el siglo III d.C., brindando una visión fascinante de la vida y la muerte en esta antigua ciudad.

La Universidad de Padua, junto con la Superintendencia de Arqueología, lideró este proyecto que ha dado lugar a uno de los descubrimientos más significativos en la región del Véneto. Bajo la dirección de la arqueóloga Francesca Veronese, se halló primero una necrópolis véneta del siglo VI a.C., con 25 sepulturas y un notable entierro de caballo. Este hallazgo revela la presencia de una comunidad establecida mucho antes de la romanización.

A poca distancia, los arqueólogos descubrieron una necrópolis romana con 155 sepulturas, datadas entre el siglo I y el III d.C. Estos hallazgos ofrecen una visión detallada de las prácticas funerarias romanas, con urnas, objetos personales y estructuras de sepultura que reflejan las costumbres y creencias de la época.

Este descubrimiento no solo ilumina la historia de Padua, sino que también ofrece nuevas oportunidades de investigación. La Universidad de Padua planea integrar estos hallazgos en su nuevo campus, convirtiéndolos en una herramienta educativa para estudiantes e investigadores.

Las implicaciones de este descubrimiento son vastas. Los análisis futuros podrían revelar detalles sobre la dieta, la salud y las conexiones culturales de las poblaciones antiguas de Padua. Además, la coexistencia de estas necrópolis sugiere una continuidad simbólica en el uso del terreno, proporcionando pistas sobre la evolución de la ciudad desde sus raíces vénetas hasta su integración en el Imperio Romano.

Este hallazgo arqueológico es un puente entre el pasado y el presente, un recordatorio de que debajo de nuestras ciudades modernas yace un rico tapiz de historia esperando ser contado. La Universidad de Padua, al preservar y estudiar estos vestigios, se asegura de que las generaciones futuras puedan aprender y apreciar la profundidad de su herencia cultural.