Fundación Mémora pone el foco en el testamento como herramienta clave para evitar conflictos familiares

Fundación Mémora pone el foco en el testamento como herramienta clave para evitar conflictos familiares

En una sala del Tanatorio Mémora de Reus, más de treinta personas asistieron en silencio a una charla que, lejos de lo que algunos podrían pensar, no giraba en torno a la muerte, sino a la paz. O mejor dicho, a cómo asegurarla cuando ya no estemos. “El testamento y la gestión inteligente de la herencia”, así se titulaba el encuentro impulsado por la Fundación Mémora y la Unió de Botiguers de Reus.

El encargado de guiar la conversación fue Carles Just, abogado especializado en derecho civil, sucesiones y mercantil. Su intervención dejó claro desde el principio que el testamento es mucho más que un papel con nombres y porcentajes: es una herramienta de conciliación. Y una que, en demasiadas ocasiones, se deja de lado.

Porque, según alertó Just, una de cada tres herencias en nuestro país se gestiona sin testamento. Esto implica que es la ley, y no la voluntad del fallecido, la que decide quiénes son los herederos. Una situación que puede derivar en disputas, malentendidos y procesos judiciales largos y costosos.

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Durante la sesión se abordaron los factores clave que deberían llevarnos a redactar un testamento: desde la existencia de hijos hasta la ausencia de descendencia, pasando por la tenencia de bienes o empresas familiares. Y se hizo hincapié en que no se trata sólo de repartir, sino de hacerlo con inteligencia y previsión. “El testamento permite alinear nuestros deseos personales con las implicaciones fiscales y patrimoniales que afectarán a nuestros herederos”, explicó Just.

Además, el abogado recordó que una redacción adecuada puede evitar enfrentamientos familiares en el futuro. Porque sí, heredar debería ser un acto de continuidad, no de ruptura. Y muchas veces, la falta de planificación convierte un duelo en una batalla.

La charla fue también una invitación a perderle el miedo al concepto de “testar”. En palabras de Just, no se trata de pensar en la muerte, sino en la tranquilidad de quienes seguirán adelante. “Planificar una herencia no es un gesto egoísta ni frío; es una forma de cuidar a los tuyos incluso cuando ya no estés”.