El Cementerio Municipal de Jerez renueva su imagen con mejoras en jardines y mobiliario

El Cementerio Municipal de Jerez renueva su imagen con mejoras en jardines y mobiliario

Las visitas al cementerio no siempre son fáciles. Son momentos de recogimiento, de memoria, de silencio. Por eso, que el entorno esté en buenas condiciones no es un mero detalle, sino una muestra de respeto hacia quienes descansan allí y hacia quienes les recuerdan.

Con esta idea en mente, el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera ha decidido reforzar de forma significativa las labores de mantenimiento y mejora del Cementerio Municipal, con actuaciones orientadas a recuperar y embellecer los espacios más necesitados del recinto.

Una de las prioridades ha sido el cuidado de las zonas verdes, que con la llegada de la primavera han sufrido un crecimiento anómalo de maleza debido a las condiciones climáticas. Para hacer frente a ello, se han intensificado los trabajos de desbroce y limpieza, y se han organizado turnos reforzados de operarios que permanecerán en las instalaciones el tiempo necesario para agilizar estas tareas con eficacia.

El teniente de alcaldesa de Servicios Públicos, Jaime Espinar, ha subrayado el compromiso municipal con la mejora constante del cementerio. Según ha explicado, se ha incrementado el número de trabajadores destinados a estas labores para que las intervenciones puedan ejecutarse más rápidamente, con especial atención en las áreas ajardinadas, que requerían una actuación más intensa.

Además de las tareas de jardinería, el plan de mejora también ha incluido la instalación de nuevos bancos y papeleras, distribuidos estratégicamente por distintos puntos del recinto. Se trata de pequeñas pero significativas acciones que buscan facilitar las visitas y ofrecer un entorno más digno, cuidado y confortable.

“Queremos que el cementerio sea un lugar tranquilo, accesible y bien mantenido, porque entendemos que es un espacio muy especial para muchas personas”, ha señalado Espinar.

Este esfuerzo no es puntual. Se enmarca dentro de un enfoque más amplio que apuesta por una gestión continua y sensible de los espacios públicos, especialmente aquellos cargados de valor emocional y simbólico para la ciudadanía.

En definitiva, se trata de cuidar no solo de un espacio físico, sino también de la experiencia de quienes se acercan hasta allí para recordar. Porque hay lugares donde la memoria merece un entorno a la altura.