Indignación en Recoleta tras la profanación del mausoleo de Salvador Allende y otras tumbas

Indignación en Recoleta tras la profanación del mausoleo de Salvador Allende y otras tumbas

Un lugar destinado al descanso eterno fue escenario de una violación inaceptable. El Cementerio General de Recoleta, en Santiago de Chile, ha sido objeto de una grave profanación por parte de un grupo de personas que no solo vulneraron tumbas y mausoleos, sino que además grabaron sus acciones y las difundieron en redes sociales.

En los vídeos, los implicados aparecen patinando sobre las estructuras funerarias, riéndose mientras realizan actos de vandalismo, incluyendo la apertura de tumbas y el deterioro de restos humanos. Entre los lugares afectados se encuentra nada menos que el mausoleo del expresidente Salvador Allende, figura histórica de enorme relevancia para el país. La indignación ha sido inmediata.

El alcalde de Recoleta, Fares Jadue, fue uno de los primeros en reaccionar públicamente. A través de su cuenta de Instagram, condenó lo ocurrido en un mensaje directo: “Nuestro Cementerio General fue víctima de un acto de profanación cobarde”, declaró. Además, anunció que ya se han entregado todos los antecedentes a la Policía de Investigaciones (PDI), y se ha formalizado una denuncia contra los responsables. “Esperamos que se aplique todo el rigor de la ley”, añadió.

Por su parte, la administración del Cementerio General ha emitido un comunicado en el que califica la acción como un atentado contra la memoria colectiva. “Condenamos enérgicamente este acto que atenta contra el respeto debido a quienes descansan aquí y daña un sitio de profundo valor histórico, cultural y patrimonial”, señala el texto.

La institución recuerda que este tipo de actos no solo generan dolor en las familias afectadas —a quienes ya se ha contactado—, sino que además suponen una infracción a la Ley N.º 17.288 sobre Monumentos Nacionales, ya que el cementerio está protegido por dicha normativa dada su importancia patrimonial.

Los daños van más allá de lo material. Se trata de una agresión simbólica al recuerdo de miles de personas, y a un espacio que forma parte viva de la historia del país. Las autoridades locales y la ciudadanía exigen justicia y medidas contundentes para que algo así no vuelva a repetirse.