A veces, una historia íntima logra poner voz al silencio que muchos cargan por dentro. Eso es lo que ha conseguido “De Verdad y De Mentira”, un cortometraje dirigido por Tonet Ferrer que ha sido reconocido con el Premio Especial Enalta, Muerte y Duelo en el Festival Internacional de Cortometrajes Visualízame, celebrado en Almería.
La obra, inspirada en hechos reales, narra la historia de Olga y Alejandro, una pareja que afronta la despedida más difícil: la de saber que el tiempo juntos se acaba. Olga, consciente de que su vida llega a su fin, decide dejarle a Alejandro una serie de cartas con instrucciones de vida. No son cartas tristes, sino profundas, llenas de amor, ternura y futuro. En ellas le habla del día que su hijo pregunte por ella o de lo que debería hacer cuando vuelva a enamorarse. La película no solo aborda el duelo, sino también el amor que sobrevive a la muerte, y el legado emocional que dejamos en quienes nos aman.
Entre los 45 cortometrajes finalistas del certamen, este fue el elegido por Grupo Enalta, compañía especializada en servicios funerarios, por su sensibilidad, calidad narrativa y capacidad para representar con delicadeza y humanidad una realidad que todos afrontaremos alguna vez: la pérdida.
Desde Enalta destacan que el corto encarna el espíritu con el que la compañía trabaja cada día: dar sentido a la despedida y convertirla en un homenaje lleno de sentido y memoria. “Este tipo de iniciativas —afirman— son clave para naturalizar el proceso del duelo como parte del ciclo vital”.
El galardón, dotado con 500 euros, forma parte del compromiso de Enalta con el arte como vehículo de reflexión social. No es la primera vez que la compañía apoya este festival. De hecho, lleva doce años colaborando con la Fundación Inquietarte, entidad que organiza el certamen junto con el Ateneo de Madrid, y que en esta XV edición ha ampliado sus espacios de proyección más allá de las salas de cine: desde la Universidad de Almería hasta el Centro Penitenciario de El Acebuche.
El Festival Visualízame, además de dar voz a mujeres en el audiovisual, pone el foco en las emociones silenciadas, en las heridas que no siempre se ven… y en la belleza que puede surgir incluso del adiós.