Àltima transforma su espacio en Corbera para el adiós más sereno

Àltima transforma su espacio en Corbera para el adiós más sereno

Decir adiós nunca es fácil. Pero hacerlo en un lugar acogedor, luminoso y cuidado puede hacer la diferencia. Con esa intención, la funeraria Àltima ha culminado la transformación de su tanatorio en Corbera. En apenas un mes, el espacio ha pasado de ser funcional a convertirse en un entorno de recogimiento pensado para las familias.

La nueva sala de atención se ha reubicado en el propio cementerio, mientras que el interior del tanatorio ha duplicado su superficie y ahora ofrece un mobiliario más cómodo y espacioso. La iluminación, suave y cálida, junto a un sistema de climatización mejorado, convierten este lugar en un refugio emocional.

En el exterior, un porche con velas translúcidas da sombra y calma. Este nuevo espacio también permitirá celebrar homenajes al aire libre, en plena armonía con el entorno natural. La sostenibilidad ha sido clave: nuevos revestimientos, techos y asfaltado ayudan a mantener la temperatura y reducen el consumo energético.

La inauguración, a la que asistieron autoridades como la alcaldesa Rosa Boladeras y representantes de Àltima y la empresa constructora, fue sencilla pero simbólica. No se trata solo de una reforma: es una apuesta por ofrecer consuelo desde el respeto y la calidez.