En Antigua, dar sepultura a los seres queridos no es solo una cuestión de tradición, sino de dignidad y comunidad. Conscientes de ello, el Ayuntamiento ha puesto en marcha la ampliación del cementerio municipal, una obra largamente esperada que añadirá 300 nuevas unidades funerarias y permitirá seguir ofreciendo un espacio de descanso a todos los vecinos y vecinas del municipio.
La actuación, que supone una inversión de 750.000 euros, busca cubrir una necesidad urgente: la falta de capacidad para nuevos enterramientos. El alcalde, Matías Peña, ha subrayado que este proyecto no es una obra aislada, sino el resultado de un proceso que responde a una demanda real y creciente de la población local.
El plan contempla la construcción de 200 nichos y 84 osarios, además de la incorporación de infraestructuras clave, como una cámara frigorífica adaptada para mejorar la gestión temporal de los cuerpos, y mejoras técnicas en la red eléctrica de baja tensión, el saneamiento y el sistema de aguas. Todo ello conforme a los estándares exigidos en materia de infraestructuras funerarias.
Según explicó el concejal Juan Cabrera, las obras tendrán una duración estimada de once meses y no solo ampliarán el espacio disponible, sino que también modernizarán los servicios del cementerio. Entre las mejoras previstas destacan la accesibilidad integral en todas las zonas, así como la renovación de despachos y aseos, que facilitarán tanto la atención a las familias como el mantenimiento del recinto.
Durante el periodo de ejecución, se garantizará el acceso habitual de los vecinos que deseen visitar a sus seres queridos, así como el normal desarrollo de los servicios religiosos y funerarios. El Ayuntamiento ha reafirmado su compromiso de mantener también el programa de apoyo al embellecimiento de lápidas y sepulturas que tantos vecinos valoran.
Con esta ampliación, Antigua no solo gana espacio físico, sino que también refuerza su compromiso con la memoria, el respeto y el acompañamiento al duelo. Un paso necesario para mirar al futuro con responsabilidad, sin olvidar la importancia de cuidar el lugar donde descansan quienes ya no están.