La empresa funeraria Albia, una de las más consolidadas en España, da un paso más para implantar en Barakaldo un nuevo tanatorio con horno crematorio. Su propuesta, que busca ampliar la oferta de servicios funerarios en el municipio, se encuentra desde esta semana en fase de exposición pública tras recibir luz verde del Gobierno Vasco para iniciar el proceso de autorización ambiental única.
Esta tramitación, obligatoria según la Ley de Administración Ambiental de Euskadi, permite evaluar de forma integral todas las implicaciones ambientales del proyecto. El plazo para presentar alegaciones estará abierto hasta el 2 de junio de 2025. Este proceso garantiza que las instalaciones cumplan con todos los requisitos técnicos, sanitarios y medioambientales, antes de su puesta en marcha.
La empresa Albia Gestión de Servicios, con más de 200 centros operativos en todo el país, ya ofrece atención en Santurtzi y Bilbao. Su propuesta para Barakaldo responde a una demanda real y creciente de este tipo de servicios, en un contexto en el que la cremación gana peso entre las opciones de despedida. De aprobarse, este sería el tercer tanatorio con crematorio en la localidad, sumándose a La Auxiliadora y Tanatorio Bizkaia.
El proyecto se ubica en la calle Ibaibe, en Beurko Viejo, en un pabellón industrial donde años atrás funcionaba un obrador de pan que quedó inutilizado tras un incendio en 2021. Tras su reconstrucción, el espacio está preparado para albergar una nueva actividad, esta vez de carácter funerario.
Aunque en 2023 el Ayuntamiento denegó inicialmente la licencia de obras al no contar entonces con la autorización ambiental preceptiva, Albia reformuló su propuesta y ha seguido los cauces legales hasta alcanzar la actual fase de tramitación. Esto refleja su compromiso con la normativa y la calidad de sus proyectos, así como su interés por implantar una infraestructura moderna, necesaria y plenamente regulada.
En una ciudad que avanza en servicios adaptados a las necesidades actuales, la incorporación de nuevos espacios para la despedida, como el que plantea Albia, contribuye a diversificar la oferta funeraria, ofrecer mayor capacidad de elección a las familias y reforzar el compromiso con la atención al final de la vida.