Despedida a las palmeras centinela del cementerio de Santa Rita: el picudo obliga a su tala

Despedida a las palmeras centinela del cementerio de Santa Rita: el picudo obliga a su tala

Un martes de despedidas en el cementerio de Santa Rita de Xuvia. Desde primera hora de la mañana, el sonido de sierras mecánicas rompía el habitual silencio del camposanto. Las dos imponentes palmeras que durante años vigilaron este rincón de Narón, han comenzado a desaparecer, trozo a trozo, bajo la acción de varios operarios especializados.

No es una tala cualquiera. Requiere pericia, planificación y precisión. El tipo de palmera, con su imponente altura y su tronco macizo, exige que el trabajo se realice metro a metro, bajando la copa seca con sumo cuidado. Es una operación lenta y delicada.

Pero la decisión no se ha tomado a la ligera. Las palmeras, que durante décadas formaron parte del paisaje emocional del cementerio, estaban seriamente dañadas. Desde hace tiempo sufrían el ataque del picudo rojo, una plaga que ha arrasado con ejemplares similares en toda la comarca y que, en este caso, ya había dejado su huella irreversible. La parte superior de ambos árboles estaba completamente seca, señal clara de que no había retorno posible.

Este martes ha sido el día elegido para dar ese último paso: su retirada. Las autoridades locales han considerado que era una cuestión de seguridad y también de responsabilidad ambiental. Mantener árboles enfermos en un espacio público como este no solo suponía un riesgo de caída, sino que también podía contribuir a la expansión del insecto a otros ejemplares sanos de la zona.

La imagen de las palmeras recortándose sobre el cielo de Xuvia ya es historia. Muchas personas que visitaban el cementerio las reconocían como parte del entorno, incluso como un símbolo. Ahora, queda el vacío que deja su ausencia, y también el recuerdo de su presencia silenciosa a lo largo de los años, acompañando a quienes acudían a rendir homenaje a sus seres queridos.

Lo que queda claro es que el picudo rojo sigue siendo un enemigo difícil de combatir. Esta plaga, originaria de Asia, se ha extendido rápidamente en España, afectando especialmente a la costa gallega en los últimos años. Y hoy, ha sumado dos víctimas más a su lista.

En Santa Rita de Xuvia, la jornada de este martes quedará marcada por la tala, pero también por la memoria de dos árboles que fueron más que eso: parte del alma de un lugar que vive del recuerdo.