Críticas por conciertos en el cementerio: el PP exige soluciones urgentes ante la falta de nichos y columbarios

Críticas por conciertos en el cementerio: el PP exige soluciones urgentes ante la falta de nichos y columbarios

El cementerio municipal se queda sin espacio. Desde hace meses, las familias que optan por la incineración no encuentran columbarios disponibles donde depositar las cenizas de sus seres queridos. La consecuencia es tan insólita como dolorosa: muchas urnas han acabado en casas particulares, esperando un lugar digno de reposo.

En este contexto, una decisión del Ayuntamiento ha reavivado el malestar de parte de la ciudadanía. La programación de conciertos en el camposanto para conmemorar el Día de la República ha sido recibida con sorpresa, e incluso con indignación, por algunos sectores de la oposición. La concejala del Partido Popular, Bea Serra, ha sido tajante: “Lo que necesita el cementerio no son conciertos, sino los nichos y columbarios necesarios para enterrar a nuestros difuntos”.

Para la edil popular, se trata de una muestra clara de desatención institucional hacia un problema grave que afecta a muchas familias. “No entendemos que, mientras se obliga a los vecinos a llevarse los restos de sus difuntos a casa por falta de espacio, el Ayuntamiento organice actos con fines políticos en un lugar que debería ser de respeto y recogimiento”, ha denunciado Serra.

La situación, según explica, no es nueva. Desde hace tiempo, el Partido Popular ha venido advirtiendo del riesgo de colapso en el cementerio. A pesar de los anuncios de mejoras realizados por el gobierno local en octubre, enero y febrero, afirma que “nada ha cambiado”. El espacio sigue siendo insuficiente y no se ha ofrecido una solución clara.

Bea Serra ha criticado directamente la gestión del equipo de gobierno liderado por Benlloch, acusándoles de “frivolidad y falta de sensibilidad”. Y ha lanzado un mensaje directo al ejecutivo municipal, formado por el PSOE y Compromís: “Deben dejar de lado los actos simbólicos y ponerse a trabajar en los problemas reales que afectan a los vecinos”.

Mientras tanto, las urnas siguen esperando un lugar. Y el debate, lejos de cerrarse, se intensifica entre quienes piden respeto para los espacios de memoria y quienes reclaman que estos no pierdan su dimensión pública y cultural. En cualquier caso, lo que es evidente es que el cementerio se ha convertido, más que nunca, en un reflejo de las tensiones políticas y sociales del presente.