Donde pronto se ensamblarán vehículos eléctricos de última generación, hace más de un milenio se enterraba a los muertos con pendientes de oro y pequeñas campanas bizantinas. Así de irónica puede ser la historia. Antes de que comiencen las obras definitivas de la nueva fábrica de automóviles de BYD en las afueras de Szeged, en el sur de Hungría, un equipo de arqueólogos ha encontrado algo completamente inesperado: un cementerio completo, oculto durante siglos bajo tierra.
La excavación, llevada a cabo por el Museo Nacional Húngaro y el Museo Móra Ferenc, forma parte de un protocolo obligatorio en cualquier gran obra de construcción del país. En este caso, la documentación arqueológica previa ha resultado más que útil: ha sido reveladora. Lo que comenzó como una simple verificación del terreno se ha convertido en uno de los descubrimientos más significativos de la región en los últimos años.
El arqueólogo Kornél Sóskuti, responsable de los trabajos, explica que el hallazgo incluye 152 tumbas que datan de entre finales del siglo VI y principios del VII, lo que las sitúa en el período ávaro, una época poco explorada pero crucial en la historia de Europa Central. Algunas de las tumbas contienen objetos tan singulares como pendientes de oro y una campanilla de origen bizantino, lo que sugiere la posible presencia de enterramientos de alto estatus.
El lugar, situado entre el lago Fehér y las colinas de Öthalom, es geológicamente privilegiado. Sin embargo, en el pasado fue un terreno propenso a inundaciones del río Tisza, lo que podría explicar por qué el cementerio ha permanecido tan bien conservado. Para Sóskuti, este descubrimiento no solo enriquece el conocimiento sobre la ocupación de la región, sino que también conecta con las investigaciones previas del célebre arqueólogo Ferenc Móra, quien ya había estudiado estas tierras décadas atrás.
Aunque la excavación principal está a punto de concluir, los arqueólogos seguirán presentes en la zona mientras avance la construcción. Su misión es asegurarse de que cualquier nuevo hallazgo sea documentado con precisión. Mientras BYD pone los cimientos de su planta del futuro, Hungría descubre, tumba a tumba, la profundidad de su pasado.
