Cuando la ausencia duele, el acompañamiento es esencial.
Así lo han entendido Enalta y Down Madrid, que han decidido unir sus fuerzas para poner en marcha la tercera edición de las “Jornadas Ciclo de la Vida”, una iniciativa que busca apoyar a personas con discapacidad intelectual y a sus familias en uno de los momentos más difíciles: la pérdida de un ser querido.
La muerte, esa palabra que tantos evitan pronunciar, se convierte aquí en un tema que se trata con naturalidad, con respeto, y sobre todo, con herramientas concretas. Porque no se trata solo de despedirse, sino de entender, sentir y aprender a seguir adelante.
Los talleres, diseñados cuidadosamente por la psicóloga Lorena de Paz García, del gabinete de psicología Álava Reyes, combinan la lectura del cuento «El Estanque» —finalista del premio Tanatocuentos de Enalta— con pictogramas y dinámicas participativas. De esta forma, se logra explicar de manera accesible conceptos como el fallecimiento o el ritual del servicio funerario. El objetivo no es otro que ofrecer un espacio seguro para compartir emociones, elaborar recuerdos y preparar el corazón para lo inevitable.
La acogida no ha podido ser mejor. En el Centro Ocupacional de Tres Olivos, donde ya se han realizado los dos primeros talleres, las familias y participantes han valorado profundamente la experiencia. El ciclo continuará en los colegios Carmen Fernández Miranda y María Isabel Zulueta entre abril y mayo.
Montserrat Guijar, directora del Área de Personas y Sostenibilidad de Enalta, recuerda que este proyecto va más allá de su rol como empresa funeraria: “Tenemos una responsabilidad con la sociedad, y parte de ella es facilitar que todas las personas —con o sin discapacidad— puedan comprender y afrontar la pérdida con dignidad y apoyo”.
Desde Down Madrid, su directora técnica Paula Martinelli destaca que “la pérdida no distingue condiciones. Todos enfrentamos el duelo, pero quienes tienen discapacidad intelectual necesitan recursos adaptados para poder procesarlo emocional y cognitivamente”.
Este programa se enmarca dentro del Plan de Apoyo a Colectivos Vulnerables de Enalta, alineado con el ODS 10 de Naciones Unidas, que busca reducir las desigualdades. Una acción que no solo acompaña en el dolor, sino que también siembra una comprensión más humana y empática del ciclo de la vida.