El cementerio de Torrero, en Zaragoza, ha dado un paso crucial hacia la generación de energía verde tras formalizar la nueva adjudicación para su parque fotovoltaico. Este ambicioso proyecto, que inicialmente debía estar operativo en la primavera de 2025, se ha retrasado un año debido a la renuncia de la empresa concesionaria original. Ahora, la nueva adjudicataria, Desarrollos e Infraestructuras Renovables de Zaragoza (DIRZ), se encargará de la instalación y mantenimiento de la planta, con un plazo máximo de ejecución hasta enero de 2026.
Una transición complicada
El retraso comenzó en junio de 2024, cuando Gedesel, la primera empresa adjudicataria, renunció a la concesión al no poder evacuar la energía generada por la planta solar. Esto obligó al Ayuntamiento a readjudicar el contrato a la segunda mejor oferta, presentada por DIRZ. Aunque esta nueva concesión se formalizó el pasado jueves, el proceso ha supuesto un cambio significativo en los plazos previstos.
Con un valor global cercano a los siete millones de euros, la concesión permitirá a DIRZ usar las cubiertas del cementerio durante los próximos 25 años para instalar, mantener y operar la planta fotovoltaica. Cabe destacar que la inversión será asumida íntegramente por la empresa, sin coste alguno para el Ayuntamiento.
Los detalles del proyecto
El parque solar aprovechará 40.000 metros cuadrados de cubiertas en dos zonas del cementerio, donde se instalarán un total de 6.160 placas solares. Estas generarán 5,2 millones de kilovatios hora al año, equivalentes al consumo energético anual de unos 3.000 hogares zaragozanos. Además, se incorporará un pequeño parque de autoconsumo, con capacidad para producir 37.000 kilovatios hora al año, para abastecer las instalaciones del cementerio.
DIRZ tiene ahora un plazo de nueve meses para completar la instalación de las placas y hasta un año para que la planta esté en pleno funcionamiento. Aunque los plazos son más largos que los previstos con Gedesel, el Ayuntamiento asegura que los beneficios a largo plazo compensarán la espera.
Nuevos compromisos y cambios
Una de las mayores diferencias entre ambas concesiones radica en las contraprestaciones. Mientras que Gedesel había ofrecido un canon del 14% sobre los ingresos anuales, DIRZ ha optado por una estrategia diferente: la instalación de diez miniparques solares en edificios municipales entre 2029 y 2030, con una inversión estimada de 400.000 euros por parque.
Estos miniparques beneficiarán centros cívicos, escuelas infantiles y otras instalaciones municipales, generando energía renovable para diferentes servicios públicos. Aunque este cambio implica un retraso en los beneficios iniciales, el Ayuntamiento confía en que la solución será más sostenible y eficiente a largo plazo.
Un paso hacia el futuro
Con esta planta solar, el cementerio de Torrero se convertirá en un ejemplo de cómo los espacios públicos pueden contribuir a la transición energética. A pesar de los contratiempos, Zaragoza sigue avanzando hacia un modelo más sostenible, demostrando que incluso en lugares inesperados, el futuro puede ser verde.