El hallazgo que encendió las alarmas en Tecámac
Todo comenzó con un llamado de auxilio por parte de los vecinos del fraccionamiento Ojo de Agua, quienes notaron actividades sospechosas en un inmueble cercano. Las quejas desembocaron en una investigación que reveló un crematorio clandestino de animales domésticos en pleno corazón de Tecámac, Estado de México.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), en colaboración con autoridades municipales, no tardó en tomar cartas en el asunto. Durante un operativo conjunto, en el que participaron agentes ministeriales, la Guardia Civil, Protección Civil y otras dependencias locales, se procedió a inspeccionar la propiedad. En el lugar se encontraron indicios que confirmaron las denuncias: un horno en pleno uso y restos de animales incinerados.
Un presunto veterinario, al frente del crematorio
Al llegar al lugar, los agentes fueron recibidos por Rigoberto “N”, un hombre de 43 años que se identificó como médico veterinario. Según su propio testimonio, en ese momento estaba incinerando los restos de tres perros. Sin embargo, no contaba con ninguno de los permisos necesarios para llevar a cabo estas actividades, ni por parte de las Secretarías de Salud y Medio Ambiente, ni del ayuntamiento local.
La falta de regulación no era el único problema. Las autoridades también señalaron el riesgo ambiental significativo que representaba el crematorio, ubicado peligrosamente cerca de viviendas. Esto llevó a cercar el área para proteger a los habitantes de posibles consecuencias.
Un impacto ambiental bajo investigación
El Ayuntamiento de Tecámac no tardó en emitir un comunicado en el que reconoció la gravedad de los hechos. «Estas actividades carecían de los permisos correspondientes y suponían un peligro para la comunidad», señalaron. Ahora, la FGJEM ha abierto una carpeta de investigación para determinar las responsabilidades legales del caso.
Rigoberto “N” fue detenido y trasladado a la Fiscalía Regional de Tecámac, donde se determinará su situación jurídica. Mientras tanto, el horno y los restos hallados en el lugar quedaron bajo resguardo ministerial para su análisis.
El operativo, además de exponer una actividad irregular, reflejó la importancia de las denuncias ciudadanas como herramienta clave para garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades. El caso, ahora en manos de las autoridades, podría marcar un precedente para enfrentar este tipo de prácticas ilegales en la región.