Bajo un cielo cargado de tensión, decenas de vecinos se reunieron este pasado viernes en la calle Palmetillo Cuatro de Alcalá de Guadaíra. El motivo: frenar la construcción de un crematorio que, según dicen, amenaza la tranquilidad de sus hogares y la salud de sus familias. A pocos metros de las barriadas Hacienda San Antonio y Hacienda El Rosario, este proyecto, autorizado por el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, se ha convertido en el centro de una controversia que ha movilizado a toda la comunidad.
La asociación de vecinos Entrehaciendas lidera esta lucha. Con pancartas en mano y voces llenas de indignación, han pedido a las autoridades una revisión urgente del expediente que permitió esta iniciativa. Para ellos, la ubicación del crematorio, en una zona rodeada de unas 4.000 viviendas y espacios públicos como pistas deportivas y parques infantiles, es una amenaza injustificable. “No entendemos por qué en otros municipios se rechazaron proyectos similares y aquí se sigue adelante”, se lamenta uno de los vecinos presentes.
La protesta no es nueva. Hace meses, este mismo colectivo ya alzó la voz frente al Ayuntamiento de Alcalá. Sin embargo, sus demandas parecen haber caído en saco roto. Según los vecinos, el proyecto no se ajusta a la normativa y ha generado una “alarma social” evidente en la comunidad. A esta inquietud se suma la denuncia de que informes técnicos previos han señalado los riesgos de contaminación atmosférica y las posibles repercusiones para la salud derivadas de las emisiones de los crematorios.
Pese a la gravedad de las denuncias, los vecinos señalan que el Ayuntamiento de Sevilla, liderado por el popular José Luis Sanz, aún no ha cumplido con su compromiso de personarse en el expediente ni de tomar medidas legales. Esto, a pesar de que en octubre el pleno municipal aprobó una moción unánime a favor de apoyar a los residentes afectados. “Todos los partidos de Sevilla han respaldado nuestra causa, excepto el PP, que parece mirar hacia otro lado”, afirman con evidente frustración.
En un último esfuerzo por frenar el proyecto, los vecinos han presentado un recurso extraordinario de revisión, dirigido directamente a la alcaldesa de Alcalá de Guadaíra, Ana Isabel Jiménez. Su mensaje es claro: quieren igualdad de trato y que las autoridades escuchen sus preocupaciones. “No pedimos más que justicia y un entorno seguro para nuestras familias”, concluyen, mientras su protesta sigue resonando en las calles de Sevilla.
Una lucha vecinal que busca no solo detener un proyecto, sino también recordar el valor de la salud y la equidad en las decisiones públicas.