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Actualizado: 27/03/2024
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Áltima apuesta por las planta viva y de cultivo local en los entierros

Áltima apuesta por las planta viva y de cultivo local en los entierros

Áltima acaba de poner en marcha el proyecto Planta viva, consistente en sustituir la tradicional flor cortada de las composiciones florales en los servicios funerarios por plantas naturales, colocadas artesanalmente en macetas, de especies de temporada y de cultivo de proximidad, provenientes de los viveros de Cataluña.

La iniciativa ya está en marcha en el Tanatorio Ronda de Dalt de Barcelona y se irá implantando progresivamente en el resto de centros de Áltima. El servicio de Planta viva se aplica a las tradicionales coronas y centros en recuerdo al difunto. En este caso, se componen a partir de plantas distribuidas sobre una base o molde, conformando el elemento floral deseado.

Al finalizar el servicio funerario, la composición se desmonta y las plantas se entregan en unos maceteros personalizados a las personas asistentes, a modo de recordatorio. «Con Planta viva contribuimos a que la memoria del ser querido perdure en el tiempo, a través de una flor natural y viva que la familia podrá plantar donde desee», explica Josep Ventura, director de Servicios Funerarios de Áltima. Además, es una opción respetuosa con el medio ambiente, que fomenta la producción sostenible y el consumo responsable.

«Por un lado, permite reducir la huella de carbono, ya que apostamos por la planta de proximidad, cultivada muy cerca de nosotros, contribuyendo a la disminución de flor cortada importada y, por tanto, de las emisiones provocadas por el transporte de largo recorrido. Por otro, también conseguimos una reducción considerable de las mermas de flor natural», puntualiza Ventura. En este sentido, el nivel de residuos es también un elemento que Áltima mejora con este nuevo servicio.

Actualmente, los tipos de variedades que Áltima está utilizando para las composiciones de Planta viva son el cristantemo, la saintpaulia, la kalanchoe y la guzmania del Maresme, así como diversas aromáticas.

Desde su puesta en marcha, a través de una prueba piloto iniciada en noviembre de 2020 en el Tanatorio Ronda de Dalt, el proyecto Planta viva ha tenido un recibimiento muy positivo por parte de las familias, y más de 200 ya han elegido este servicio.

La sostenibilidad, en el corazón de Áltima
Con Planta viva, Áltima sigue avanzando en su compromiso por el entorno, ya que el nuevo proyecto se suma a las diversas acciones que la compañía lleva a cabo en base a su Plan estratégico de sostenibilidad corporativa, que abarca todos los departamentos y actuaciones. En este sentido, hace años que la empresa funeraria ofrece opciones ecológicas de féretros, que actualmente son ya las preferidas por el 85 % de las familias, y de urnas ecológicas, que elige el 42 % de los usuarios. En el caso de los ataúdes, existen varias opciones respetuosas con el medio ambiente, todas de madera de tala controlada, a base de barnices al agua y tejidos naturales, sin elementos metálicos ni cristales. Las urnas ecológicas para cenizas también son de diversos materiales -madera natural, arcilla o sal-, todas biodegradables.

En el ámbito de la movilidad sostenible, Áltima también ha sido pionera en la apuesta por el vehículo fúnebre eléctrico. En este sentido, recientemente ha iniciado la renovación de toda su flota con los nuevos modelos Lumen y Atys, que completará en 2024.

En cuanto a la gestión de cementerios, Áltima ha sido líder en España con el impulso de nuevos productos y servicios para el destino ecológico de las cenizas, como el Camino del bosque, los Árboles familiares, la Fuente del reposo o el Jardín de las amapolas, entre otros. En algunos de los recintos que gestiona, como el comarcal de Roques Blanques, en el Papiol, está colaborando además con varios proyectos para el estudio y la preservación de la flora y la fauna autóctonas, en colaboración con el Consorcio del Parque Natural de la Sierra de Collserola o el Museo de Ciencias Naturales de Granollers. Son ejemplo del apiario didáctico puesto en marcha el año pasado, la balsa de anfibios o la estación permanente de escucha de murciélagos.

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