Cómo viven los ritos funerarios los hombres y mujeres
La última jornada del seminario de la UNED contó también con la intervención de Josep Lluís Mateo que habló de los exorcismos en el islam y la influencia de Internet.
El curso sobre ritos y elementos funerarios como transmisión de cultura en la zona del Rif finalizó ayer en la UNED. La profesora e investigadora Sonia Gámez, que es además una de las coordinadoras de este curso, habló sobre la concepción del cuerpo femenino en el ritual místico.
Gámez se refirió a los rituales sufís y explicó que éstos son diferentes en función de si los realizan hombres o mujeres. Así, la investigadora indicó que estas prácticas, que habitualmente se hacen una vez a la semana en las zauias, en el caso de los hombres siguen un orden y son más pausadas. Sin embargo, en el caso de las mujeres, indicó la experta, son mucho más expresivas en este tipo de prácticas.
La ponente apuntó que se han realizado muchas investigaciones sobre las razones que provocan estas diferencias, pero señaló que no está claro el motivo. No obstante, apuntó que para ellas el espacio donde realizan el ritual es un lugar en el que se liberan y eso puede provocar que actúen de esa determinada forma.
Gámez dijo, al igual que hizo en la jornada del jueves Nieves Muriel, que las mujeres son las principales protagonistas de los rituales que se realizan en los morabitos. La otra charla de la jornada corrió a cargo de el antropólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona Josep Lluís Mateo habló de los exorcismos. Mateo explicó el origen de este tipo de prácticas y analizó la revitalización que éstas han sufrido en los últimos tiempos.
Además expuso como incluso las nuevas tecnologías han contribuido a que este tipo de rituales, que podían estar más o menos olvidados, vuelvan a aparecer. Asimismo, indicó que ahora, precisamente gracias a que existen más canales para difundir la información, no es necesario que un experto explique cómo se hace un exorcismo. El otro ponente previsto para la jornada de ayer, Eliezer Papo, no pudo acudir finalmente.
