Cuando la pérdida ocurre lejos: guía para afrontar el fallecimiento de un ser querido en el extranjero
No hay momento más desconcertante que perder a un ser querido. Pero cuando el fallecimiento ocurre fuera de nuestras fronteras, al dolor se suma la incertidumbre. ¿A quién llamar? ¿Qué documentos hacen falta? ¿Quién se encarga de traerlo de vuelta? Son preguntas difíciles en un momento en que la mente apenas puede pensar con claridad.
En un contexto donde los viajes internacionales han crecido notablemente —solo en 2024, los residentes en España realizaron 21,6 millones de desplazamientos al extranjero, un 12 % más que el año anterior—, es más probable enfrentarse a este tipo de situaciones. Por eso, Enalta, compañía especializada en servicios funerarios, y Heréditas, firma experta en gestión legal, han unido fuerzas para ofrecer una guía clara, práctica y humana sobre qué hacer si una persona cercana fallece fuera de España.
Paso uno: comprobar si hay seguro
Lo primero es saber si la persona fallecida contaba con un seguro de viaje, vida o decesos. Muchas pólizas incluyen la repatriación del cuerpo o las cenizas, lo que puede suponer un enorme alivio económico: según datos de Enalta, los costes pueden ir desde los 6.000 hasta más de 45.000 euros, dependiendo del país. Es importante tener en cuenta que estos gastos no los cubre ninguna administración pública, ni el consulado, ni el Ministerio de Exteriores, ni la Unión Europea. Si no hay seguro, el coste recae completamente en la familia.
Paso dos: contactar con el consulado
Una vez notificado el fallecimiento a las autoridades locales, es fundamental ponerse en contacto con el consulado español del país donde ha ocurrido el suceso. “El personal consular puede ayudar con los trámites, ofrecer información clave sobre empresas de repatriación, y actuar como intermediario con las autoridades locales”, explica Ainhize Pérez Pérez, letrada del departamento procesal de Heréditas. Si no se localiza el consulado, la Subdirección General de Protección y Asistencia Consular en España asume la coordinación.
Paso tres: preparar la documentación
Para repatriar el cuerpo se requiere una serie de documentos: certificado de defunción, pasaporte del fallecido, certificado de embalsamamiento, permiso judicial si procede, solicitud de traslado y validaciones oficiales. Todos deben estar en español o traducidos oficialmente. Solo con esta documentación completa se podrá realizar el traslado.
Una vez en España, hay que registrar el fallecimiento en el Registro Civil correspondiente, paso previo para cualquier gestión legal posterior: testamentos, herencias o bienes.
“Contar con asesoramiento experto en este proceso es vital”, concluye Pérez. Mientras Enalta asume la logística funeraria y el traslado, Heréditas se encarga de que todos los pasos legales se cumplan con rigor y respeto. Porque, incluso en la distancia, cada despedida merece estar bien acompañada.