Alboraya moderniza su cementerio con un elevador especializado para zonas estrechas

Alboraya moderniza su cementerio con un elevador especializado para zonas estrechas

Durante décadas, el Cementerio Parroquial de Alboraya ha sido testigo del crecimiento silencioso de la localidad. Hoy, con casi 100 años de historia y al servicio de más de 26.000 vecinos, sigue evolucionando para ofrecer condiciones más dignas tanto a las familias como a los trabajadores que cuidan de él.

La última incorporación ha sido un elevador portaféretros especializado, el modelo 2PT ECOLOGIC 4R, fabricado exclusivamente por Marco Taller (MTC). Una adquisición que no ha llegado por capricho, sino por pura necesidad. “La máquina que teníamos ya no nos servía”, reconoce Agustín Alcayde Pardo, párroco de Alboraya. Tras probar el nuevo modelo durante varios meses, la decisión estaba clara: era el momento de renovar.

Diseñado para trabajar en espacios complicados, este portaféretros destaca por su tamaño reducido y maniobrabilidad, cualidades esenciales en un cementerio con calles estrechas como el de Alboraya. Pero lo más importante, asegura el párroco, es la seguridad. El aparato cuenta con estabilizadores de nivelación independientes y un sistema que impide su funcionamiento si no está perfectamente asentado. “Subir hasta la cuarta fila de nichos solo es posible cuando el operario se siente seguro. Y esta máquina te lo permite”, explica. Ya no es necesario que haya una segunda persona vigilando, porque el equipo ofrece la estabilidad suficiente para que el trabajo se haga con confianza y precisión.

elfunerariodigital

Además, destaca por su motor eléctrico silencioso, algo que, en palabras de Alcayde, es clave: “Cuando se realiza un enterramiento, toda la familia está delante. Hay que transmitir que lo que se está haciendo, se hace bien”. El elevador se desplaza de forma suave y precisa, lo que transmite profesionalidad y respeto en un momento tan delicado.

El manejo sencillo también ha sido un punto a favor. La empresa imparte una pequeña formación, pero el propio funcionamiento del equipo es intuitivo. Esto ha permitido que los operarios se adapten con rapidez.

La parte económica, otro escollo habitual en este tipo de adquisiciones, tampoco ha sido un problema. “Pactamos un precio y un sistema de pago flexible que no obligaba a un gran desembolso inicial. Además, ya habíamos comprobado que la máquina funcionaba bien, así que fue fácil decidirse”, apunta Alcayde.

Con esta inversión, la parroquia no solo mejora sus medios técnicos: reafirma su compromiso con el respeto y la dignidad en uno de los espacios más sensibles del municipio.

Toda la información en Marco Taller.