En medio del bullicio de la ciudad, donde cada rincón cuenta una historia, Valencia se prepara para ampliar uno de sus lugares más emblemáticos, el Cementerio General. El Ayuntamiento ha decidido invertir 2.875.394,87 euros en la construcción de 2.596 unidades de enterramiento. Esta ampliación no solo responde a una necesidad creciente, sino que también refleja el deseo de la ciudad de estar preparada para cualquier eventualidad, asegurando una planificación adecuada de este servicio esencial.
Las obras, que se extenderán por 11.000 metros cuadrados, incluirán 1.380 nichos sencillos, 160 adosados y 1.056 columbarios. El portavoz municipal, Juan Carlos Caballero, resalta que esta es solo la primera fase, dejando abierta la posibilidad de futuras ampliaciones según las necesidades que surjan.
Uno de los aspectos más innovadores de este proyecto es la habilitación de un paso inferior bajo las vías del ferrocarril. Este paso no solo conectará la sección 14 con la nueva ampliación en la sección 21, sino que también facilitará el acceso y la integración del cementerio en su conjunto. La obra, a cargo de las empresas Agricultores de la Vega y Albero Solanes, se ejecutará en un plazo de 12 meses, aprovechando el Contrato Marco vigente para agilizar los procedimientos.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con este desarrollo. La concejala del PSPV, María Pérez, ha levantado la voz en nombre de los barrios del sur de Valencia. Critica que el gobierno de María José Catalá priorice la ampliación del cementerio sobre el desarrollo del Corredor Verde, un proyecto que prometía conectar estos barrios con un espacio verde cohesionado.
El Corredor Verde, una idea que buscaba unificar el Parque del Recuerdo con un eje metropolitano verde, queda en suspenso. Pérez recuerda que el proyecto inicial incluía pasos elevados y sendas para peatones y ciclistas, promoviendo una integración paisajística que ahora parece lejana. “Era posible y deseable”, lamenta, señalando que la administración actual ha optado por lo que ve como un muro en lugar de un parque.
La decisión de ampliar el cementerio, aunque necesaria, ha generado un debate sobre las prioridades urbanísticas de la ciudad. Mientras algunos ven en esta acción una forma de asegurar el futuro, otros sienten que se está dejando de lado el desarrollo verde y cohesionado que Valencia necesita. La conversación sobre el equilibrio entre el crecimiento necesario y el respeto al entorno urbano continúa, con los barrios del sur esperando respuestas que reconcilien ambas visiones.