El Cementerio de Traslarena: Un Proyecto con Historia y Esperanza

El Cementerio de Traslarena: Un Proyecto con Historia y Esperanza

En el pintoresco barrio de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife, la comunidad ha estado aguardando con impaciencia el inicio de un proyecto que promete devolverle al cementerio de Traslarena su antiguo esplendor. Después de un largo año y medio de espera desde aquella famosa asamblea vecinal con el Ayuntamiento de Santa Cruz y el área de Patrimonio del Gobierno de Canarias, las obras de rehabilitación del cementerio finalmente han comenzado.

Esta historia de perseverancia y comunidad encuentra su origen hace casi cinco años, cuando Marcos Cova y un grupo de vecinos decidieron hacerse cargo del mantenimiento de las lápidas y cruces del cementerio. La espera para el inicio de las obras se prolongó debido a la demora en la obtención de permisos, pero la paciencia de los vecinos finalmente ha dado sus frutos. El arquitecto del proyecto y el jefe de obra ya han visitado el sitio para preparar el terreno, comenzando con la restauración de la capilla.

El camino hacia la rehabilitación no ha estado exento de dudas y escepticismo por parte de algunos vecinos. Sin embargo, Marcos Cova nunca perdió la fe, confiando en la palabra del director de Patrimonio, Miguel Ángel Clavijo, quien siempre mostró un sincero compromiso con el proyecto. «Que se hagan las cosas bien, con tranquilidad, y que el cementerio conserve su sentido histórico», es el deseo de Cova, quien ha estado involucrado en la Asociación de Vecinos El Pescador de San Andrés desde su creación en 2018.

Para Cova, la rehabilitación del cementerio de Traslarena es un proyecto que trasciende lo personal. «Si todo sale como esperamos, será lo más grande que se ha logrado», asegura con emoción. Por su parte, Clavijo ha confirmado que, tras la espera de los permisos necesarios, los trabajos ya están en marcha y se espera también publicar una obra sobre la historia del cementerio, además de organizar una asamblea y una exposición para los vecinos.

En el corazón de este esfuerzo está el deseo de honrar a aquellos que descansan en este histórico cementerio, ubicado junto a la playa de Las Teresitas, donde el último entierro tuvo lugar en 1964. Las obras incluyen la colocación de una placa conmemorativa con los nombres de todas las personas enterradas allí, un gesto que busca preservar la memoria y el legado de una comunidad que nunca dejó de luchar por lo que considera sagrado.