La confusión de una funeraria frustra el adiós de una familia bogotana

La confusión de una funeraria frustra el adiós de una familia bogotana

Perder a un ser querido siempre es duro. Pero para la familia de una mujer fallecida en Bogotá el pasado 30 de abril, el dolor se vio agravado por una cadena de errores que casi trasladan su cuerpo a una ciudad donde jamás habían consentido que se realizara el funeral.

La familia había dejado claro desde el primer momento que las exequias y la cremación debían realizarse en Bogotá. Sin embargo, una confusión en la funeraria responsable estuvo a punto de llevar el cuerpo a Girardot, en Cundinamarca. La notificación oficial del traslado, que llegó sin autorización familiar, encendió todas las alarmas.

William Chuquín, hijo de la fallecida, relató cómo la familia tuvo que intervenir de urgencia para corregir la situación. “Desde el primer momento dije que mi madre no saldría de la ciudad”, afirmó. A pesar de las promesas de la funeraria de resolver el problema, el sábado 3 de mayo recibieron incluso una nueva orden de cremación que, para colmo, carecía de firma válida.

El episodio no solo trastocó los planes funerarios sino que también provocó un impacto emocional y económico significativo. Familiares que habían viajado para el funeral se encontraron con una ceremonia que no pudo celebrarse.

Finalmente, el cuerpo permanece en el cementerio Jardines El Paraíso de Bogotá, donde se espera realizar la cremación según los deseos originales de la familia.