En Alcoy, el espacio se agota incluso donde la eternidad debería tener hueco. La ciudad sigue trabajando en un proyecto ambicioso de renovación del cementerio de San Antonio Abad. El siguiente paso: la construcción de 168 nuevos nichos. Cinco empresas ya han presentado sus ofertas para hacerse con el contrato.
La intervención, con un presupuesto de licitación de 142.657,87 euros, incluye la demolición de un bloque actual en mal estado. Sobre sus ruinas se levantarán las nuevas sepulturas, adaptadas a las necesidades actuales y con una ejecución prevista de dos meses desde la firma del acta de replanteo.
Jordi Martínez, concejal de Obras y Servicios, espera que los trabajos estén listos este verano. Mientras tanto, el Ayuntamiento continúa con un plan más amplio que contempla la recuperación de concesiones caducadas, tanto en superficie como en galerías subterráneas. En total, se calcula que estas acciones permitirán habilitar hasta 2.200 nuevas unidades de enterramiento en el futuro.
Además, Alcoy ya ha construido cerca de 170 columbarios en los últimos dos años para adaptarse a los cambios en las formas de despedida y memoria.
La modernización del cementerio es una operación silenciosa, pero vital. Alcoy no olvida a sus muertos, y con cada nuevo bloque, reordena también su respeto al recuerdo y a la historia local.
