Para muchos, una mascota no es solo un animal: es familia. Y cuando llega la hora de despedirla, el vacío es inmenso. Saber que tendrán un lugar donde descansar en paz, en un entorno cuidado y digno, puede marcar una gran diferencia en ese momento tan difícil. Junín lo entendió. Por eso, muy pronto abrirá las puertas «Valle de la Paz», el primer cementerio de mascotas de la ciudad y de toda la región.
El intendente Pablo Petrecca recorrió el predio junto a autoridades municipales y el impulsor del proyecto, Carlos Daniel Valles. Este sueño, que comenzó en 2013, está a punto de hacerse realidad gracias a un convenio firmado con el municipio, que cedió un terreno de 20.000 m² por 20 años para este uso.
Pero este no será solo un lugar para el recuerdo. También será un avance en salud pública. El área de zoonosis intervendrá para realizar estudios a los animales hallados muertos en la vía pública, una medida clave para prevenir enfermedades y entender mejor lo que ocurre en el entorno urbano.
Carlos Valles, visiblemente emocionado, recordó cómo nació la idea: “Queríamos ofrecer dignidad a las mascotas fallecidas y también a sus dueños. Este cementerio es un tributo al amor que sentimos por ellos”.
El predio incluirá áreas verdes, una casa para el cuidador y todos los protocolos legales para inhumar correctamente tanto animales domésticos como aquellos encontrados en la calle. Un espacio para el afecto, pero también para la responsabilidad.
“Para muchos vecinos que han tenido mascotas, este lugar significará paz. Saber que hay un sitio para despedirlas bien, nos conecta con una parte muy humana”, expresó Petrecca, quien destacó la alianza entre lo público y lo privado como clave del éxito de este proyecto inédito en la provincia.
«Valle de la Paz» no es solo un cementerio, es la manifestación concreta del vínculo emocional entre humanos y animales. Es un acto de amor con forma de terreno verde, donde el último adiós será también un homenaje.