En los días más duros, cuando la pérdida pesa y las horas en el tanatorio se hacen eternas, a veces un café puede significar mucho más que una bebida caliente. En Puerto Real lo saben bien. Por eso, el cementerio de San Roque ha abierto por fin su propia cafetería, un espacio pensado para aliviar, aunque sea un poco, esos momentos difíciles.
Este nuevo servicio, fruto de la colaboración entre Cemabasa y el Ayuntamiento, formaba parte de una esperada ampliación del tanatorio. No solo incluye la cafetería, sino también una capilla, nuevas tanatosalas, aseos, y el traslado del horno crematorio al edificio principal.
La cafetería, ubicada junto al vestíbulo de entrada, conecta con la zona de estancia de los familiares y cuenta con iluminación natural, gracias a una vidriera que da al entorno. La terraza, con una pérgola, ofrece un respiro al aire libre. Son 71 metros cuadrados de construcción con zona de barra, comedor y cocina, y un aforo para 33 personas. Estará abierta todos los días, de 8:00 a 22:00 horas.
Pero hay más: Cemabasa ofrece un servicio de catering gratuito para quienes están velando a sus seres queridos. Desayuno, merienda y menús para el almuerzo o la cena están disponibles sin coste, como una forma de acompañar y hacer más llevadera la espera.
En un entorno donde el dolor está presente, cada detalle cuenta. Tener un espacio donde sentarse, compartir un recuerdo o simplemente respirar puede marcar una diferencia emocional enorme. Esta cafetería no solo cubre una necesidad práctica, también responde con humanidad.
Con esta mejora, Puerto Real da un paso más hacia un trato más digno, más amable, más cercano en uno de los momentos más duros de la vida. Porque incluso en la despedida, los gestos de cuidado siguen importando.