En Albolote, la memoria también se cuida con obra pública. El Ayuntamiento ha finalizado recientemente la ampliación del cementerio municipal con la construcción de 80 nuevos nichos, un paso necesario para responder a la demanda prevista de inhumaciones durante los próximos dos años y medio.
Esta actuación no es solo una cuestión de espacio, sino también de previsión y respeto. La obra, que ha supuesto una inversión de 40.000 euros, ha sido diseñada con criterios de funcionalidad, durabilidad e higiene, incorporando mejoras técnicas que garantizan unas condiciones óptimas tanto para el mantenimiento como para el entorno.
A pesar del creciente número de incineraciones, la inhumación sigue siendo, según el propio Ayuntamiento, la opción más elegida por los vecinos del municipio. Por ello, se ha optado por construir un nuevo módulo de nichos en hormigón armado, con un diseño adaptado a las exigencias actuales: se han instalado zonas de recogida de filtraciones con arrocillo y sosa cáustica, una medida clave para evitar la emisión de olores, así como una chimenea de ventilación para prevenir la condensación de gases en el interior de los habitáculos.
Además, la cubierta de los nuevos nichos se ha reforzado con losa de hormigón armado, tabiquería de ladrillo y un tratamiento con oxiasfalto, buscando asegurar tanto la durabilidad de la estructura como su correcta impermeabilización.
Durante la visita a las nuevas instalaciones, el alcalde de Albolote, Salustiano Ureña, y la concejala de Medio Ambiente, Obras y Servicios, Rosario Ramírez, coincidieron en señalar la importancia de esta ampliación, no solo por razones técnicas, sino por el papel emocional y social que representa este espacio para la comunidad.
La concejala destacó que esta inversión es parte del compromiso del Consistorio con la mejora continua de las infraestructuras municipales, especialmente aquellas que afectan de manera directa a las familias del municipio. “El cementerio no es solo un lugar de despedida, es también un espacio de recuerdo, y debemos garantizar que esté preparado para acoger con dignidad a quienes nos dejan”, afirmó Ramírez.
Esta actuación es solo una de las previstas en el plan municipal para seguir mejorando los servicios públicos. Porque cuidar los espacios de la memoria también es una forma de cuidar a la comunidad.
