Durante años, la ampliación del cementerio municipal de San Xoán fue un proyecto estancado, pendiente de una decisión clave: el traspaso de titularidad del vial de acceso. Hoy, ese obstáculo ha quedado atrás. La Xunta de Galicia ha aprobado oficialmente el cambio de propiedad de la vía de servicio de la PO-535, ubicada frente al camposanto. Con esto, el Concello de Poio ya tiene vía libre para seguir avanzando.
La confirmación llegó a través del Diario Oficial de Galicia, que publicó el acuerdo de la Axencia Galega de Infraestruturas, otorgando a Poio la gestión completa de ese tramo vial. Esto no solo implica la responsabilidad sobre su mantenimiento y conservación, sino también habilita legalmente al municipio para ejecutar las obras necesarias para el crecimiento del cementerio.
La historia de este trámite arranca mucho antes. Según el alcalde, Ángel Moldes, esta gestión “debía haberse resuelto en el mandato anterior”, pero fue una de tantas tareas que —según sus palabras— “quedaron sin hacer” y que provocaron la paralización del proyecto. La titularidad del vial se convirtió en un escollo en medio del PEID (Plan Especial de Infraestruturas e Dotacións), que ya había iniciado el proceso de urbanización del terreno destinado a la ampliación del cementerio.
Ahora que el camino administrativo está despejado, comienza una nueva etapa. El Concello debe aprobar formalmente el PEID y, a partir de ahí, estudiar cómo ejecutar la ampliación. Y aquí es donde el alcalde introduce un criterio clave: no se construirá sin antes conocer la demanda real.
“Temos claro que non imos actuar sen coñecer a demanda”, afirma Moldes. Esto significa que se realizará un estudio para saber cuántas personas estarían dispuestas a reservar nichos. Aunque en un principio se había hablado de 500 unidades, esa cifra podría variar, ajustándose a lo que realmente necesita la comunidad.
El objetivo, según Moldes, es que la obra se autofinancie, permitiendo que cada persona pague por el espacio reservado. De esta forma, la ampliación del cementerio de San Xoán no solo se pone en marcha, sino que lo hace con una mirada realista, basada en las necesidades y posibilidades de sus vecinos.