El silencio del cementerio de Derio, en la provincia de Vizcaya, se vio interrumpido este sábado por una inesperada petición de auxilio. Un hombre pedía ayuda tras caer dentro de una tumba abierta.
No era el guion de una película de terror ni una historia de zombis, aunque bien podría haberlo sido. Los bomberos de la Diputación Foral de Vizcaya recibieron el aviso y se movilizaron de inmediato. Sin embargo, cuando llegaron al lugar, el protagonista del incidente ya había logrado salir con la ayuda de una persona que se encontraba cerca.
El afectado resultó ser un trabajador del cementerio que, por razones que no han trascendido, terminó dentro de una de las sepulturas. Aunque todo quedó en un susto, la situación dio pie a comentarios en redes sociales después de que los propios bomberos compartieran la anécdota en su cuenta oficial.
«Sentimos decepcionar a muchos seguidores, pero no, no hay zombis en Derio», escribieron con tono de humor. Pero lo que más llamó la atención fue otro detalle que mencionaron en la publicación: no era la primera vez que alguien necesitaba ayuda para salir de una tumba en fin de semana.
Las reacciones no tardaron en llegar. “Caerse en una tumba un sábado… Que alguien escriba el guion y lo venda a Netflix”, bromeó un usuario, recordando que la plataforma de streaming rodó en este mismo cementerio algunas escenas de la serie Intimidad. Otros, en cambio, se mostraron más críticos: “¿No se delimitan y tapan provisionalmente las sepulturas o qué?”, cuestionó una persona que, según contó, había estudiado para opositar como auxiliar sepulturero.
Más allá del tono humorístico con el que se ha tratado el suceso en redes, lo ocurrido plantea una pregunta importante sobre la seguridad en los cementerios. Si no es la primera vez que alguien cae en una tumba abierta, ¿es solo un accidente puntual o hay medidas que deberían mejorarse?
Mientras tanto, la anécdota ya ha quedado en la memoria de muchos y, quién sabe, quizá en el futuro en el guion de alguna serie.