En un rincón cargado de historia y devoción, la Catedral de Badajoz ha abierto las puertas de su nuevo columbario. Ubicado en la capilla de la Inmaculada, este espacio sagrado se convierte en un lugar donde las familias podrán depositar las cenizas de sus seres queridos en un entorno de recogimiento y paz.
El arzobispo, Fray José Rodríguez Carballo, fue el encargado de bendecir el columbario en una emotiva ceremonia. Con su inauguración, la Catedral responde a la creciente demanda de incineraciones, ofreciendo un lugar «digno» para el descanso eterno. Aunque en un principio se contempló la cripta como ubicación, los problemas de accesibilidad hicieron que finalmente se optara por la capilla de la Inmaculada, donde ya descansan los obispos Félix Soto Mancera y Doroteo Fernández y Fernández.
El columbario cuenta con 678 nichos de diferentes tamaños: 464 individuales, 190 dobles, 20 familiares para cuatro urnas y 4 familiares para ocho urnas. Los precios varían desde 193 euros anuales para una urna individual hasta 12.000 euros por un columbario familiar con una concesión de 25 años. Al finalizar este periodo, las familias pueden renovar la concesión o trasladar las urnas a un cenizario común dentro de la misma capilla.
Como homenaje a quienes reposan en este espacio, la misa de las 10:00 horas del día 2 de cada mes será ofrecida en su memoria, fortaleciendo el vínculo espiritual entre la comunidad y sus seres queridos fallecidos.
No es la primera vez que un lugar de culto en Badajoz acoge un columbario. La Ermita de la Soledad, donde muchos pacenses han elegido descansar junto a la Patrona de la ciudad, es otro ejemplo de cómo las iglesias están adaptándose a esta necesidad creciente. Con esta nueva opción en la Catedral, las familias pueden elegir el lugar que mejor refleje sus creencias y deseos para honrar la memoria de sus seres queridos.
La empresa Coral será la encargada de gestionar este espacio, asegurando su mantenimiento y ofreciendo a los familiares un servicio que busca dar tranquilidad y respeto en momentos de despedida.
La apertura de este columbario no solo responde a una tendencia en auge, sino que también refuerza la importancia de los templos como lugares de recuerdo y encuentro espiritual. Un nuevo hogar para la memoria que permanecerá en el corazón de la Catedral.