Fundación Mémora y la Universitat Ramon Llull crean una guía para mejorar el acompañamiento en la etapa final de la vida

Fundación Mémora y la Universitat Ramon Llull crean una guía para mejorar el acompañamiento en la etapa final de la vida

Morir en paz es un anhelo universal, pero pocas veces se aborda con la profundidad que merece. Con el objetivo de humanizar este proceso y ofrecer herramientas tanto a profesionales de la salud como a las familias, la Fundación Mémora, en colaboración con la Cátedra Ethos de la Universitat Ramon Llull, ha presentado la guía “Pacificar el final de la vida”, un documento que recoge buenas prácticas para mejorar el acompañamiento en esta etapa.

El acto de presentación, celebrado el pasado 28 de enero en Barcelona, reunió a 140 asistentes del ámbito sanitario y social, quienes coincidieron en la necesidad de abordar la muerte desde una perspectiva más humana. José Joaquín Pérez, director general de la Fundación Mémora, subrayó la importancia de esta guía para vivir el final de la vida con más serenidad y dignidad, reivindicando la necesidad de normalizar la muerte como parte de la existencia.

En esta misma línea, el filósofo y teólogo Francesc Torralba, director de la Cátedra Ethos-URL, abordó los retos éticos y humanísticos que implica el acompañamiento en el proceso final de la vida. Destacó que cuidar las dimensiones física, emocional, social y espiritual es clave para que tanto la persona que se va como su entorno puedan afrontar este momento con más tranquilidad. Reflexionó sobre la importancia de expresar anhelos pendientes, cerrar capítulos emocionales y fomentar la reconciliación. “Morir con heridas emocionales como la culpa o el remordimiento es terrible”, advirtió.

Uno de los testimonios más impactantes de la jornada fue el de Karla Islas, jefa de prensa del Hospital de Sant Pau de Barcelona, quien compartió su experiencia personal tras haber acompañado a un familiar en su proceso final. Hizo hincapié en la importancia de la comunicación en estos momentos críticos, señalando que el impacto del diagnóstico fue más devastador que la muerte en sí. “Se me rompió la vida cuando recibí la noticia. Tuve estrés postraumático por la forma en la que me lo dijeron”, recordó.

La guía “Pacificar el final de la vida” es el resultado del trabajo de un equipo interdisciplinario compuesto por filósofos, personal sanitario, psicólogos y trabajadores sociales. Durante la presentación se llevó a cabo una mesa redonda en la que varios expertos abordaron distintos aspectos del acompañamiento al final de la vida.

Josep París, director de Desarrollo de Mémora en Cataluña, destacó que, en muchos casos, la tecnificación del ámbito sanitario ha alejado a la sociedad del concepto de muerte, convirtiéndola en un tema tabú. Por ello, defendió la necesidad de formar a los profesionales de la salud en aspectos emocionales y espirituales, permitiéndoles ofrecer un acompañamiento más integral.

El presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, valoró el enfoque multidisciplinar de la guía y destacó la importancia de reflexionar sobre qué significa “morir en paz”. “Hemos hecho un trabajo necesario y muy útil”, afirmó.

También participaron Cruz Sánchez, psicóloga experta en neuropsicología clínica y psicooncología, y Emma Costas, enfermera especializada en cuidados paliativos, quienes coincidieron en que cada paciente y cada familia afrontan la muerte de manera única. Insistieron en la importancia de preguntar a las personas cómo desean vivir este proceso, qué información quieren recibir y cómo desean ser acompañadas, evitando asumir que todas tienen las mismas necesidades.

La guía “Pacificar el final de la vida” es un recordatorio de que la despedida es un momento crucial que puede vivirse con mayor serenidad si se cuenta con el apoyo adecuado. Más allá del tratamiento médico, la clave está en el acompañamiento humano, en la comunicación y en el respeto por los deseos de la persona. En un mundo que evita hablar de la muerte, esta iniciativa pone sobre la mesa una conversación necesaria: cómo queremos que sea nuestro último adiós.