En un ambiente cargado de emoción y recogimiento, más de 1.100 personas se dieron cita ayer por la tarde en la Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor de Zaragoza para rendir homenaje a sus seres queridos fallecidos. El evento, organizado por el grupo funerario Mémora, fue mucho más que una misa: se convirtió en un encuentro de memoria, luz y consuelo para las familias.
Oficiada por el Vicario General, Don Rubén Ruiz Silleras, y el párroco Don Rafael Fleta Soriano, la eucaristía ofreció un espacio único para recordar y honrar a quienes partieron durante el último año. Uno de los momentos más conmovedores de la ceremonia fue el encendido de velas, un acto simbólico en el que cada luz representaba una vida, un recuerdo y un amor que sigue vivo en los corazones de los presentes.
La iniciativa forma parte del compromiso de Mémora de apoyar a las familias en su proceso de duelo, un esfuerzo que no se limita al momento de la defunción. Estas misas funerarias, organizadas regularmente en distintas comunidades de España, buscan acompañar a las personas en su camino hacia la aceptación y la paz, ofreciendo un espacio común para compartir el dolor y rendir homenaje a quienes ya no están.
La multitud reunida en la Iglesia de Santiago el Mayor no solo fue testigo de una ceremonia solemne, sino también de un mensaje de esperanza y unión. En cada vela encendida y en cada mirada de consuelo entre los asistentes, quedó reflejada la importancia de recordar en comunidad.
Con iniciativas como esta, Mémora continúa consolidándose como un referente en el acompañamiento a las familias, recordando que el duelo no tiene por qué vivirse en soledad.