El silencio de la noche se rompe en los cementerios cántabros
En los últimos días, mientras las familias celebraban la Navidad en sus hogares, en varios cementerios de Cantabria se desarrollaba una escena muy distinta. Los ladrones aprovecharon la tranquilidad de las noches de Nochebuena y Nochevieja para entrar y saquear elementos ornamentales de las lápidas, causando no solo un daño material, sino también un profundo dolor emocional a quienes visitan estos lugares de recuerdo.
Jarrones, figuras religiosas, floreros y otros objetos de valor que las familias habían depositado junto a las tumbas fueron sustraídos, dejando tras de sí lápidas dañadas y nichos con cristales rotos. “He notado que faltan dos o tres figuras”, relataba un vecino afectado, visiblemente indignado por la falta de vigilancia en estos espacios.
Un patrón que se repite
Aunque la ola más reciente de robos se produjo durante las fiestas navideñas, las investigaciones de la Guardia Civil revelan que estos actos vandálicos no son nuevos. Ya en noviembre, un joven de 23 años fue detenido como presunto autor de múltiples robos y daños en ocho cementerios de Cantabria entre mayo y julio de 2024. En esa ocasión, se recuperaron más de 60 ornamentos de lápidas, y se identificó que el principal objetivo eran los metales valiosos como el latón, el cobre y el acero, probablemente para su posterior venta en el mercado negro.
Los saqueos recientes, que se han reportado en localidades como Colindres, Beranga, Entrambasaguas y Liaño, sugieren un modus operandi similar: acceso nocturno a los cementerios, muchas veces forzando puertas o aprovechando la falta de vigilancia en zonas alejadas.
El clamor de los vecinos: más seguridad
La indignación de los vecinos no se limita a la pérdida material. Para muchos, estos objetos tienen un valor sentimental inestimable. «Puedes entrar e incluso hacer ruido porque no hay vecinos alrededor que lo escuchen», señaló Javier Incera, alcalde de Colindres, subrayando la vulnerabilidad de los cementerios como objetivo de los ladrones.
La Guardia Civil continúa investigando los casos y ha reforzado su presencia en las áreas afectadas, pero los residentes insisten en que hace falta una vigilancia más constante, especialmente durante las noches.
Un llamado a proteger el descanso eterno
Los cementerios, lugares de recogimiento y memoria, se han convertido en escenarios de actos vandálicos que perturban la paz de las familias y el legado de sus seres queridos. A medida que las investigaciones avanzan, los vecinos esperan no solo respuestas, sino también medidas que garanticen que estos espacios vuelvan a ser inviolables.