El cementerio de San Atilano amplía su capacidad con una inversión de 400.000 euros

El cementerio de San Atilano amplía su capacidad con una inversión de 400.000 euros

En el corazón del silencio, donde la memoria de los que se han ido encuentra su refugio, el cementerio San Atilano de Zamora se prepara para el futuro. La construcción de 312 nuevas sepulturas, recientemente concluida, marca un avance significativo en la mejora de sus instalaciones.

Este proyecto, ejecutado por la empresa De Gumer Obras y Proyectos, no es solo un número en una lista de obras municipales. Es una inversión en la tranquilidad de las familias zamoranas, que ahora pueden estar seguras de que habrá espacio para el descanso eterno de sus seres queridos. Con un coste cercano a los 400.000 euros, esta intervención garantiza la capacidad del camposanto para atender las necesidades de la población en los próximos años.

Cada sepultura, diseñada con precisión y cuidado, consta de cuatro módulos. Esto significa que San Atilano no solo añade 312 espacios, sino que amplía su capacidad para realizar un total de 1.248 nuevos enterramientos. Un detalle que resuelve el presente, pero también se proyecta hacia el futuro.

Lo más alentador de este proyecto es que no se queda ahí. Aunque esta ampliación asegura la capacidad actual, el espacio disponible en el cementerio permite futuras intervenciones si fueran necesarias. Esta planificación proactiva refleja el compromiso del Ayuntamiento de Zamora con su comunidad y su respeto por el legado que este lugar representa.

En tiempos donde la logística y la gestión de los cementerios son desafíos reales para muchas ciudades, Zamora destaca como un ejemplo de previsión y cuidado. Esta obra no es solo una mejora técnica, sino también una muestra de sensibilidad hacia algo tan humano como la despedida digna de quienes se van.

De este modo, el cementerio de San Atilano se convierte en un lugar donde el pasado, el presente y el futuro convergen. Un espacio que, con cada nueva sepultura, reafirma su propósito: ser un rincón de paz y memoria para todos los zamoranos.