El cura cerró temporal la puerta de acceso al cementerio de San Vicente de Castillón con un candado
Los vecinos que este fin de semana quisieron visitar las tumbas de sus familiares en el cementerio de San Vicente de Castillón, en el municipio de Pantón, (provincia de Lugo) se encontraron con la entrada cerrada por un candado y un cartel detrás de las rejas.
El letrero lo firmaba el párroco y decía que había decidido colocar ese candado «por seguridad» y para evitar que «los ladrones y vándalos sigan atentando contra la integridad del templo». Los que quisiesen entrar, continuaba el texto, tendrían que llamar al teléfono móvil del cura. «Y con gusto se le atenderá para darle acceso. El cartel acababa con una petición de disculpas por las molestas que esta decisión pudiese causar.
La cadena y el candado cerraban tanto la iglesia como el cementerio, porque la entrada es común. En seguida se corrió la voz por la parroquia de que no se podía entrar en el cementerio y hubo quien reaccionó con mucha indignación.
CIERRE TEMPORAL
El cierre, asegura el cura, era solo temporal. Lo puso el sábado porque fue a comprobar qué tal estaba la iglesia y vio que alguien había forzado la cerradura. «Quien quiera que fuese no llegó a entrar, así que tampoco robó nada», precisa el párroco. Era la segunda vez que le pasaba, porque hace unos meses ya le reventaron la cerradura a esta iglesia. Tampoco en aquel momento llegaron a llevarse nada.
En todo caso, al cura le pareció que lo más prudente era cerrar el recinto parroquial, porque era fin de semana y hasta el lunes no iba a ir el cerrajero para cambiar la cerradura rota por otra nueva.
«No pretendía impedir —insiste el cura— que la gente pudiese entrase a ver las tumbas de sus fallecidos». La cancela de acceso al cementerio de San Vicente de Castillón vuelve a estar abierta y la iglesia tiene una cerradura nueva
