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Actualizado: 27/03/2024
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Recortar la piel donde el difunto tiene un tatuaje y enmarcarlo como recuerdo para la familia

Recortar la piel donde el difunto tiene un tatuaje y enmarcarlo como recuerdo para la familia

Una empresa estadounidense (EEUU) dedicada a preservar más allá de la muerte los tatuajes de un fallecido como si fuesen una obra de arte. El director ejecutivo de la compañía «Save My Ink Forever» (Salvar mi tinta para siempre), Kyle Sherwood, es amante de los tatuajes y pertenece a la tercera generación de una familia que trabaja en el sector funerario.

«Todo empezó una noche con un grupo de amigos y unas pocas bebidas. Uno de mis colegas dijo ‘me gustaría que mi tatuaje se conserve cuando muera’ y empezamos a pensar en ello». Sherwood nos dijo que la idea de crear una empresa surgió de ahí, y en colaboración con funerarias repartidas por Estados Unidos, se encarga de extirpar la piel tatuada del fallecido para luego aplicar un tratamiento con vistas a su preservación y finalmente enmarcarla a modo de recuerdo para sus seres queridos.

«En lugar de enterrarlos en un ataúd o de incinerarlos (los tatuajes), hemos sido capaces de crear un recuerdo para las familias, que pueden tener un pedazo de la persona a la que querían y que cuando lo miren puedan evocar algo especial de ella si tenía un tatuaje», explica Sherwood.

«Los tatuajes te cuentan la historia de esa persona -subraya-, son íntimos y personales». Cuando alguien fallece y ha expresado su voluntad de conservar la marca de su piel, normalmente es la funeraria la que se pone en contacto con «Save My Ink Forever».

Su expertos extirpan la dermis de la zona dibujada -«no se toma músculo», explica-, se le aplica un conservante y se envía a la sede de la empresa en Cleveland (noroeste de EE.UU), donde se trata para su preservación y enmarcado con un cristal que protege de los rayos ultravioleta, antes de mandarlo de vuelta a los parientes del difunto.

Todo el proceso puede durar alrededor de tres o tres meses y medio. Y a partir de ahí hasta la eternidad. La compañía cobra 100 dólares (87,9 euros) por cada pulgada (2,54 centímetros) de piel tatuada, aunque ofrece paquetes que incluyen la extirpación, transporte, proceso de conservación y enmarcado, además de descuentos si son varios dibujos o grandes.

Esta empresa empezó a funcionar hace dos años y que ahora opera también en Canadá y el Reino Unido. «Estamos creciendo bastante, estamos viendo que (los tatuajes enmarcados) se están convirtiendo en una pieza conmemorativa muy popular», resalta Sherwood.

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