El tanatorio de Boisaca se retrasa por falta de acuerdo entre el Ayuntamiento y la empresa Trapsa
Las obras para construir el nuevo cementerio de Boisaca den Santiago de Compostela (provincia de La Coruña) ya se proyectaban en la ciudad para el cambio de siglo. Entre las actuaciones que se contemplaron en ese momento estaban un sector destinado a nuevas tumbas y otro para un tanatorio.
El segundo, sin embargo, no se construyó en el plazo proyectado en un inicio. Así, en el año 2000 los compostelanos conocieron que el tanatorio sufriría, como mínimo, un año y medio de retraso antes de que este estuviera al fin en pie. Detrás de la espera estaba el fracaso en las negociaciones del Ayuntamiento con Trapsa.
La empresa adjudicataria se adelantó al Consistorio y consiguió el beneplácito de los dueños de los terrenos. A los ciudadanos no les quedó otra que crear instalaciones fúnebres caseras. Al menos hasta que el espacio, muy cotizado y desbordado en aquel momento, se ampliara con el nuevo camposanto.
El cementerio de Boisaca, hoy ya con el tanatorio, es el más importante de la ciudad. Hace 17 años se calculó que las obras en las zonas nueva y vieja de Boisaca ascenderían a 1.450 millones de pesetas (8.714.679,69 euros).