La Policía Local refuerza la vigilancia en el cementerio de Alicante a raíz de las dos últimas profanaciones

Se ha reforzado la vigilancia del cementerio municipal de Alicante con Policía Local por las noches a raíz de las dos profanaciones de tumbas descubiertas en el camposanto en lo que va de año. Así lo aseguró la edil de Cementerios, Gloria Vara, quien añadió que se dio parte a la Policía Nacional, cuya brigada científica investiga la autoría, aunque en principio fuentes de este cuerpo de seguridad descartan que ambos casos tengan relación.

La profanación más reciente se descubrió el pasado fin de semana, cuando aparecieron restos de un enterramiento de 1970 metidos en un saco de tela junto a una muñeca de trapo, abandonados en el suelo junto a la tumba saqueada, entre dos velas. Esto ocurrió, según Gloria Vara, en la zona de panteones, «donde abrieron una trampilla y sacaron los restos». En este caso, los trabajadores municipales se encontraron con un agujero en una pared del enterramiento por el que al parecer los autores metieron el brazo y sacaron los restos.

Anteriormente tuvo lugar otra profanación. Fue el 6 de enero, cuando un operario del cementerio halló un ataúd apoyado en un nicho, y en él un cráneo arrancado, la lápida a sus pies y un cirio. Los restos procedían de una inhumación de1992.

En ambos casos se dio aviso a la Policía Local, que dio parte a la brigada científica de la Policía Nacional. Ésta sigue investigando y considera que pudo ser una gamberrada en el primer caso y un ritual en el más reciente. Todo apunta a que las dos profanaciones tuvieron lugar por la noche, lo que, según la edil, dificulta la vigilancia.

«El cementerio es muy grande, es como una ciudad. Cualquiera puede saltar la tapia y entrar, porque no podemos tenerlo con espinos para que la gente no se meta y tampoco se pueden colocar cámaras en esa extensión tan grande.