El cementerio de Formentera, ubicado en Sant Francesc, enfrenta una inminente saturación debido a un incremento en las inhumaciones, especialmente de personas fallecidas en la ruta migratoria hacia Europa. Para mitigar esta situación, se ha planificado una ampliación significativa. Esta cuarta fase de expansión incluirá la demolición y reconstrucción del taller existente, así como la creación de 172 nichos, 58 columbarios y 14 tumbas en tierra dedicadas a difuntos de otras religiones no cristianas. El presupuesto estimado para estas obras es de 591.260,88 euros, según el arquitecto Manuel Díaz Jiménez.
Javi Serra, conseller insular de Economía, Territorio e Infraestructuras, ha indicado que el proceso de licitación de las obras está casi listo. Aunque no se ha fijado una fecha exacta para el inicio de los trabajos, el proyecto, aprobado bajo el mandato de Sa Unió en septiembre de 2024, sigue avanzando. La ampliación se dividirá en dos fases para minimizar el impacto en las operaciones del cementerio. Inicialmente, se construirán los nichos y columbarios, seguidos de la reedificación del taller, que se transformará en un almacén con capacidad para vehículos y un osario subterráneo.
Además, se integrarán elementos paisajísticos que incluirán una jardinera para urnas ecológicas de cenizas y cipreses que servirán como filtro visual para los enterramientos destinados a otras religiones. Este espacio será el primero en Formentera en ofrecer sepulturas para diferentes confesiones, con tumbas orientadas según las creencias específicas, como las del Islam, que requieren que el cuerpo mire hacia la Meca.
La comunidad musulmana, que ha crecido en la isla, y los cadáveres no identificados de migrantes, a menudo seguidores del Islam, han impulsado esta iniciativa. En el cementerio, los entierros musulmanes se realizarán sin ataúd, siguiendo tradiciones preservadas por piezas cerámicas.
Desde su construcción original en 1937, el cementerio de Formentera ha sido ampliado en tres ocasiones. La primera fase agregó una parcela de 1.334 m2, la segunda en 2002 añadió 132 nichos, y la tercera en 2006 sumó 180 nichos más y 20 columbarios. Con esta nueva fase, se busca no solo aumentar la capacidad, sino también reflejar la diversidad de creencias en la isla.




