En un nuevo y lamentable incidente que refleja la crisis del sistema funerario en Cuba, un féretro cayó de un carro fúnebre en plena vía pública, quedando el cadáver expuesto a la vista de transeúntes. Este suceso ha generado conmoción e indignación dentro y fuera de la isla, poniendo de manifiesto las graves deficiencias en los servicios funerarios del país.
El incidente fue capturado en video y difundido en redes sociales por la usuaria Irma Lidia Broek y el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada. Las imágenes muestran el momento en que el ataúd cae del vehículo, quedando abierto y dejando al descubierto el cuerpo. Los conductores, visiblemente perturbados, intentan volver a introducir el féretro en el carro, mientras los transeúntes observan con asombro.
Aunque no se ha identificado el lugar exacto del incidente, este caso se suma a una serie de episodios similares que han puesto al descubierto el colapso del sistema funerario en Cuba. La falta de mantenimiento de los vehículos, el uso de compuertas defectuosas y la improvisación al transportar más de un ataúd en carros diseñados para uno solo, son solo algunos de los problemas que enfrenta el sector.
La situación es aún más crítica debido a la escasez de recursos básicos como madera y clavos, necesarios para la construcción y transporte de los ataúdes. Como resultado, los féretros se ensamblan de manera precaria, aumentando el riesgo de accidentes como el ocurrido recientemente.
La indignación ante estos incidentes ha reavivado el debate sobre el respeto a la dignidad humana, incluso después de la muerte. Mayeta, en un análisis del suceso, destaca cómo este nuevo caso evidencia la precariedad estructural del sector funerario y el abandono institucional que enfrentan las familias cubanas en su último adiós a sus seres queridos.
La crisis del sistema funerario es solo un síntoma más del deterioro general de los servicios públicos en Cuba. La falta de recursos y de una gestión adecuada ha colapsado un sector esencial, dejando a las familias en situaciones de desesperación y dolor. Este no es un caso aislado; en los últimos meses, varios incidentes similares han ocurrido en diferentes partes del país, desde Sancti Spíritus hasta Santiago de Cuba y Pinar del Río.
A pesar de los repetidos incidentes, las autoridades cubanas no han tomado medidas efectivas para abordar la crisis. La falta de inversión y de un plan claro para mejorar los servicios funerarios continúa afectando a las familias, que se ven obligadas a enfrentar la pérdida de sus seres queridos en condiciones indignas.
El último incidente es un recordatorio doloroso de la necesidad urgente de reformar el sistema funerario en Cuba. Las familias merecen despedir a sus seres queridos con dignidad y respeto, y es responsabilidad del gobierno garantizar que esto sea posible. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de un país que enfrenta múltiples desafíos en su sistema de servicios públicos.




