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Reclaman mejoras en el cementerio de Cuenca por el deterioro de escaleras y riesgos en vías peatonales

Reclaman mejoras en el cementerio de Cuenca por el deterioro de escaleras y riesgos en vías peatonales

A veces, una simple visita al cementerio puede convertirse en un reto inesperado. Es lo que cuentan varios vecinos de Cuenca, especialmente personas mayores, que en los últimos meses han tenido dificultades para acceder a los nichos más altos debido al estado de las escaleras móviles del camposanto. Las quejas, repetidas y detalladas, terminaron llegando al Pleno municipal de noviembre, donde el Grupo Popular decidió plantear el problema de manera formal.

La escena se repite con demasiada frecuencia: escaleras pesadas, antiguas y poco manejables que obligan a los visitantes a pedir ayuda o renunciar a colocar flores o limpiar el lugar donde descansan sus familiares. Con ese punto de partida, el concejal popular Diego Valera trasladó al equipo de gobierno la necesidad de sustituirlas por modelos más ligeros y seguros. La respuesta llegó de la mano de la concejala Estela Soliva, quien reconoció la situación y aseguró que se trasladaría a la empresa concesionaria encargada del cementerio. Eso sí, recordó que las escaleras actuales están destinadas a los operarios, no a los visitantes, y admitió que las más pequeñas “no llegan a los nichos más altos”, por lo que será necesario atender esta carencia.

El debate no quedó ahí. Otra edil popular, Soledad Blanco, llevó al Pleno un problema distinto pero igual de cotidiano: la barandilla que acompaña las escaleras entre la avenida República Argentina y la calle Ciudad de Pajú. Vecinos de la zona habían enviado fotografías y vídeos mostrando la “manifiesta inestabilidad” de la estructura, que se mueve al mínimo contacto y supone un riesgo evidente para quienes la utilizan. Blanco insistió en que no es un caso aislado y pidió una revisión general de las barandillas municipales para prevenir accidentes.

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La contestación del gobierno local vino esta vez de Saray Portillo, concejala responsable de Mantenimiento Urbano. Portillo aseguró que el Ayuntamiento había intervenido en la zona el 6 de noviembre, “bastante antes de que presentaran el ruego”, y explicó que técnicos del Plan de Empleo, junto con el concejal de Barrios y la Asociación de Vecinos, habían revisado el entorno para actuar sobre varias barandillas y desagües.

Así, entre reclamaciones vecinales y explicaciones institucionales, la ciudad sigue avanzando en la mejora de pequeños elementos que, aunque modestos, influyen directamente en la vida diaria y en la seguridad de quienes transitan y visitan lugares tan sensibles como el cementerio municipal.

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