El cementerio municipal de Onda está en plena transformación con la construcción de dos nuevos pabellones que añadirán 472 nichos a su capacidad actual. Este proyecto, que responde a la necesidad de garantizar espacios adecuados para las familias en los próximos años, ha empezado con la preparación del terreno para la futura cimentación.
Vicente Ramón, concejal de Vía Pública de Onda, ha visitado las obras en curso, subrayando la importancia de esta ampliación. «Estamos respondiendo con previsión y respeto a una necesidad esencial para las familias ondenses, asegurando espacios dignos para despedir a nuestros seres queridos», afirmó.
Con un presupuesto base de licitación que supera los 600.000 euros, el proyecto tiene un plazo de ejecución de aproximadamente cinco meses. La intervención se lleva a cabo dentro del recinto actual del cementerio, evitando así la necesidad de ampliar su superficie. Los nuevos pabellones seguirán el modelo ya utilizado en anteriores ampliaciones: nichos de hormigón que aseguran altos estándares de higiene y seguridad, diseñados para ofrecer durabilidad y óptimas condiciones estructurales.
Además de la construcción de los nuevos módulos, el proyecto contempla mejoras en accesibilidad, iluminación y embellecimiento del entorno ajardinado. Estos esfuerzos buscan integrar los nuevos pabellones en la estética y funcionalidad del cementerio existente, ofreciendo un entorno más agradable y respetuoso para los visitantes.
Paralelamente, el cementerio de Onda ha enriquecido su patrimonio cultural con una nueva obra cerámica tradicional. La pieza, creada por el ceramista local Francisco García Gisbert, representa a un ángel con una trompeta, simbolizando la vida eterna y el renacer de las almas según la tradición cristiana. Esta intervención artística sustituye una figura antigua que estaba deteriorada, reafirmando el compromiso del Ayuntamiento por mantener el patrimonio cultural y espiritual de la ciudad.
La ampliación del cementerio de Onda no solo responde a las necesidades prácticas de espacio, sino que también refuerza el valor cultural y emocional del lugar, asegurando que los ondenses tengan un espacio digno y respetuoso para honrar a sus seres queridos.