En Avilés, las tensiones entre el Gobierno local y Podemos han sido un tema recurrente, especialmente tras la salida abrupta de los concejales de la formación morada de la coalición en febrero pasado. Sin embargo, un nuevo escenario podría estar emergiendo en torno a la gestión de los servicios municipales. La remunicipalización del servicio de cementerios, junto con otros servicios como el de conserjes y limpieza de centros deportivos y culturales, ha sido el último punto de fricción.
El Gobierno local ha estado en negociaciones con Podemos, intentando convencerlos de la ampliación de las funciones de la Empresa de Servicios Auxiliares para incluir el servicio de cementerios. Aunque las justificaciones exactas del Gobierno no han sido divulgadas, se espera que estas negociaciones influyan en el próximo Pleno del 28 de noviembre. Sin embargo, Podemos ha mantenido su postura crítica, calificando la inclusión del servicio de cementerios en la empresa municipal como una «privatización encubierta». Según ellos, este cambio pondría en riesgo la gestión pública y la estabilidad laboral de los empleados municipales.
Por otro lado, el Partido Popular ha manifestado una oposición aún más tajante. Esther Llamazares, portavoz de los populares, ha criticado la falta de transparencia del Gobierno municipal, señalando una supuesta ampliación masiva de funciones sin la debida justificación. Para Llamazares, este movimiento podría comprometer el cumplimiento legal de la Empresa de Servicios Auxiliares, obligando a licitar cada encargo.
La portavoz del PP ha sido contundente en su crítica: «Lo que se insinúa en los documentos internos es una auténtica barbaridad», afirmó, acusando al Gobierno de crear «una administración paralela» sin los controles adecuados. Según Llamazares, el modelo actual de funcionamiento estaría en riesgo, y los planes del Gobierno municipal podrían llevar a una ruptura del sistema de gestión vigente.
Este complejo panorama refleja la polarización política en Avilés, donde la remunicipalización de servicios ha suscitado un debate intenso. Mientras el Gobierno intenta avanzar con sus planes, la oposición, tanto de Podemos como del Partido Popular, se mantiene firme en su crítica, exigiendo mayor transparencia y un replanteamiento de las estrategias municipales.
Así, Avilés se encuentra en una encrucijada política que podría definir la gestión de sus servicios municipales en el futuro cercano. La búsqueda de consenso y soluciones efectivas será crucial para el bienestar de los ciudadanos y la estabilidad laboral de los empleados municipales.




