En un caso que ha conmocionado a Argentina, la funeraria Juan Caruso ha sido condenada a pagar una indemnización de 10,3 millones de pesos argentinos a una familia, tras entregarles el cuerpo equivocado en un momento de dolor indescriptible. Esta historia, que comenzó en mayo de 2023, ha puesto en evidencia la falta de diligencia en la prestación de servicios funerarios.
Feliciano Narciso Mercado falleció en el Hospital Nacional de Clínicas y la funeraria fue la encargada de gestionar su sepelio. Sin embargo, en un giro inesperado, entregaron a la familia el cuerpo de Esteban Mercado, otra persona que compartía el mismo apellido. La confusión fue descubierta días después de la cremación de Esteban, cuando la funeraria convocó a la familia para informarles del error.
El impacto emocional fue devastador. La familia, que ya había despedido a su ser querido, tuvo que enfrentar una segunda despedida al reconocer finalmente el cuerpo de Feliciano. En un lapso de 20 días, revivieron el dolor del velatorio y la cremación, un proceso que alteró su tranquilidad espiritual y dejó una marca imborrable en su memoria.
Decididos a buscar justicia, los familiares interpusieron una demanda por daño moral contra la Universidad Nacional de Córdoba, responsable legal del hospital, y la funeraria Juan Caruso. El juez federal Carlos Ochoa falló a favor de la familia, destacando la «clara falta de diligencia» y el «defecto en la prestación del servicio» por parte de las instituciones involucradas.
La sentencia subraya el profundo daño moral causado a la familia, obligada a vivir dos veces la despedida de un ser querido. Este caso ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar los procedimientos y garantizar que errores tan graves no vuelvan a ocurrir, asegurando un trato digno y respetuoso en los momentos más sensibles de la vida de las personas.