En un rincón de la histórica ciudad de Almagro, el yacimiento arqueológico de Bocapucheros ha comenzado a desvelar sus secretos, ofreciendo una ventana al pasado remoto de la región. A solo 6 kilómetros de la ciudad, este sitio funerario de la Edad del Bronce se alza sobre una cresta cuarcítica, dominando visualmente la comarca volcánica del Campo de Calatrava. En este lugar, las recientes excavaciones han revelado la existencia de tres cámaras funerarias y un corredor, destacando la monumentalidad y el carácter funerario del lugar.
El alcalde de Almagro, Francisco Ureña, junto con sus concejales, ha visitado el yacimiento para conocer de primera mano los avances de la investigación. Guiados por el profesor Luis Benítez de Lugo de la Universidad Complutense de Madrid, los representantes municipales han podido apreciar la riqueza de los hallazgos, que incluyen vasijas restauradas y restos óseos pertenecientes a figuras prominentes de la Cultura de las Motillas.
Desde el inicio de las excavaciones en 2022, Bocapucheros ha sido objeto de cuatro campañas arqueológicas, con una inversión cercana a los 100.000 euros, financiada por el Ayuntamiento de Almagro, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la empresa E2IN2. La última campaña, con un presupuesto de 26.500 euros, ha permitido realizar dataciones mediante radiocarbono y luminiscencia ópticamente estimulada. Estas técnicas han aportado valiosa información sobre la antigüedad de los muros del yacimiento.
El enclave, además de su valor arqueológico, ofrece una conexión visual con otras motillas de la zona, como la de Torralba de Calatrava y el poblado fortificado de ‘La Encantada’. Durante la visita, el alcalde Ureña subrayó la importancia de preservar este patrimonio y agradeció la colaboración de las instituciones y del propietario del terreno, Dámaso Gómez Camacho.
Los resultados de esta última campaña serán presentados en un acto institucional en enero, donde el director del yacimiento explicará en detalle los avances y la relevancia de Bocapucheros en la comprensión de la Edad del Bronce en La Mancha. Este yacimiento, con sus tumbas y ajuares cerámicos, continúa desenterrando historias de un pasado aún por descifrar, alimentando el interés y la curiosidad por la rica historia de la región.