En Catalunya, la muerte está viviendo una transformación profunda gracias a una nueva visión del sector funerario. Àltima, el grupo líder en el sector, está a la vanguardia de esta transformación, abriendo puertas a un enfoque más humano, personal y tecnológico para el luto. Desde despedidas personalizadas hasta innovadores espacios de memoria, la compañía está redefiniendo cómo las familias se despiden de sus seres queridos.
Una de las innovaciones más destacadas es el ‘Memorial de la Luna’ en el tanatorio de Vilanova i la Geltrú. Este espacio ofrece columbarios personalizables, permitiendo a las familias crear un lugar único para recordar a sus difuntos. Desde columbarios de piedra tradicionales hasta aquellos con pantallas OLED interactivas, la tecnología se convierte en un puente emocional hacia el recuerdo.
Además, el ‘Memorial de la Luna’ proporciona una sala de homenaje reservable y la opción de mantener la urna en depósito permanente, permitiendo a las familias reunirse varias veces al año. Todo esto subraya que el homenaje a los difuntos va más allá de un simple adiós, es una celebración de la vida vivida.
El enfoque de Àltima también se extiende al apoyo emocional, con servicios de acompañamiento durante el luto. En el Tanatorio de Àltima en Barcelona, se ha introducido un servicio innovador de apoyo emocional con perros de terapia, en colaboración con el Centro de Terapias con Canes (CTAC). Estos animales ayudan a proporcionar consuelo y apoyo durante uno de los momentos más difíciles de la vida.
Para el Día de Todos los Santos, Àltima ha presentado las ‘Cartas al Cielo’, una iniciativa que permite a las familias escribir mensajes a sus seres queridos fallecidos. Los buzones simbólicos instalados en los cementerios de Rocas Blancas y Vilanova i la Geltrú han tenido una acogida positiva, y se espera que se conviertan en una característica permanente.
Además, Àltima está comprometida con la sostenibilidad. La empresa ha tomado medidas para minimizar el impacto ambiental, como ofrecer ‘Ramilletes de Todos los Santos’, ramos de flor seca que las familias pueden depositar en las sepulturas. También se ha inaugurado el ‘Jardín de las Amapolas’ en el cementerio de Sant Just Desvern para la inhumación de cenizas en urnas biodegradables.
Con más de 300 años de experiencia, Àltima sigue siendo un líder en el sector funerario, adaptándose a las necesidades cambiantes de la sociedad. La compañía ofrece una amplia gama de opciones para diferentes tradiciones religiosas y culturales, reflejando la diversidad y la pluralidad de Catalunya.
En un mundo donde la muerte a menudo se evita en la conversación, Àltima está creando un espacio donde el recuerdo y la emoción pueden coexistir. Al hacerlo, están transformando el luto en un proceso de sanación y celebración, uniendo a las familias en memoria de quienes han perdido.
Este nuevo enfoque no solo responde a las necesidades de las familias actuales, sino que también establece un nuevo estándar en el sector funerario, combinando empatía, innovación y sostenibilidad para honrar a los seres queridos de una manera significativa y respetuosa.




