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La muerte verde: el último adiós sostenible

La muerte verde: el último adiós sostenible

La última despedida de un ser querido es un momento solemne y emotivo. Sin embargo, el impacto ambiental de las prácticas funerarias tradicionales ha llevado a la búsqueda de alternativas más sostenibles. Las funerarias han comenzado a explorar opciones que reducen la huella de carbono, ofreciendo servicios como urnas biodegradables, trajes fúnebres de hongos, cementerios coralinos y compostaje humano. Aunque estos conceptos pueden sonar a ciencia ficción, son una realidad en varios lugares del mundo, incluido un número creciente de estados en Estados Unidos.

En América Latina y el Caribe, la transición hacia prácticas funerarias más ecológicas está ocurriendo lentamente debido a las profundas raíces católicas y cristianas en la región. Sin embargo, los expertos predicen que es solo cuestión de tiempo antes de que estas prácticas se adopten más ampliamente. Johana Estrada, gerente de operaciones de la Funeraria Capillas de la Fe en Colombia, señala que el sector funerario ha visto un cambio de paradigma en la última década. «Cada vez más personas preguntan sobre formas alternativas de despedirse de sus seres queridos», comenta Estrada.

La cremación, una opción cada vez más popular, tiene un impacto ambiental significativo. Un solo proceso de cremación puede emitir entre 160 y 245 kilos de carbono, lo que equivale a las emisiones de un automóvil recorriendo mil kilómetros. Con aproximadamente 70 millones de muertes al año a nivel global, incluso si solo el 20% de los fallecidos optan por la cremación, las emisiones totales de carbono son alarmantes. En Ciudad de México, un estudio de 2021 reveló un aumento preocupante de emisiones de carbono debido a la cremación durante la pandemia de COVID-19.

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En respuesta, empresas como la Funeraria Capillas de la Fe han implementado la hidrólisis alcalina, también conocida como acuamación. Este proceso utiliza agua caliente y compuestos alcalinos para descomponer el cuerpo, reduciendo el uso de energía y evitando la liberación de metales pesados. Aunque en Colombia y otros países de la región la acuamación es solo legal para mascotas, la empresa está trabajando para cambiar esta legislación.

Por otro lado, en México, Señoriales Corporaciones de Servicios ofrece la posibilidad de convertir las cenizas de los difuntos en parte de arrecifes artificiales, en colaboración con la Fundación ReefBalls. Esta opción no solo compensa las emisiones de carbono, sino que también contribuye a la reforestación marina. En el Golfo de México, más de 320 arrecifes de este tipo ya han sido vendidos, y el interés sigue creciendo.

A pesar de los desafíos culturales y regulatorios, el movimiento hacia entierros más sostenibles está ganando impulso. Los innovadores métodos funerarios no solo permiten honrar a los seres queridos de manera respetuosa, sino que también contribuyen a la protección del medio ambiente. En un mundo cada vez más consciente del cambio climático, estas opciones ofrecen una forma de dejar una última huella positiva en el planeta.

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