El amanecer en San Sebastián llegó con un viento feroz que alteró la rutina habitual de la ciudad. La borrasca ‘Benjamín’ se hizo sentir con fuerza, trayendo consigo un caos inesperado. Las primeras horas del jueves fueron testigo de la caída de numerosas ramas y el desplazamiento de mobiliario urbano, así como motocicletas y bicicletas estacionadas. En respuesta a estas condiciones extremas, el Ayuntamiento de San Sebastián tomó la decisión de cerrar varios parques y cementerios, priorizando la seguridad de sus ciudadanos.
Entre los lugares afectados se encuentran los parques de Cristina Enea, el de Serafín Baroja y el Parque de la Memoria, que ahora permanecen totalmente cerrados. Mientras tanto, el monte Urgull y el Parque del Palacio Miramar han sido parcialmente restringidos, permitiendo el acceso solo en ciertas áreas. Esta medida de precaución se extiende también a los cementerios de la ciudad, que han cerrado sus puertas para evitar cualquier incidente.
El impacto de ‘Benjamín’ no se limitó a los espacios verdes. El tráfico aéreo también sufrió interrupciones. El aeropuerto de Hondarribia, por ejemplo, tuvo que desviar un vuelo proveniente de Madrid hacia Bilbao, mientras que otros vuelos con destino a Barcelona fueron suspendidos. En tierra, la circulación vial se vio afectada, con la N-1 cerrada en Villabona en dirección a Lasarte-Oria, lo que generó retenciones y complicaciones para los conductores.
A pesar de estas dificultades, el Departamento de Seguridad advierte a los conductores sobre el peligro en las carreteras, especialmente en las vías secundarias. Sin embargo, es reconfortante saber que, hasta el momento, el Parque de Bomberos de Gipuzkoa no ha tenido que realizar ninguna salida de emergencia debido a los fuertes vientos.
En el corazón de estos eventos, el sector funerario también siente las repercusiones. El cierre de cementerios representa un desafío adicional, interrumpiendo las visitas y ceremonias programadas. Sin embargo, la seguridad sigue siendo la prioridad, y las autoridades locales están comprometidas en garantizar que estos espacios sean seguros para el público lo antes posible.
La borrasca ‘Benjamín’ ha recordado a los donostiarras la fuerza impredecible de la naturaleza. Mientras la ciudad se adapta a estas condiciones, la comunidad se mantiene unida, enfrentando el temporal con resiliencia y esperando con paciencia el regreso a la normalidad.